EL MUNDO 19/10/14
La Dirección General de Prisiones ha rechazado la petición. Sin embargo, la etarra Idoia López Riaño –la Tigresa, una de las más sanguinarias integrantes de la banda con 23 asesinatos sobre sus espaldas–puede estar a punto de salir de la cárcel.
Los recursos que ya ha planteado ante el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional para que López Riaño logre este permiso tienen muchas posibilidades de prosperar.
La Tigresa fue la principal pistolera de la banda. Está implicada en 23 asesinatos cometidos por la organización terrorista desde principios de la década de los 80 hasta su detención, en 1994. Fue condenada a 2.111 años de cárcel, pena que cumple en la prisión alavesa de Nanclares de Oca. La Tigresa ha sido expulsada de la banda terrorista por renunciar a la violencia acogiéndose a la denominada Vía Nanclares, por la que los presos etarras se desmarcan de los atentados y rompen con el control que la organización mantenía con lo que denominan «colectivo de presos».
Según informaron a EL MUNDO fuentes jurídicas, López Riaño solicitó recientemente un permiso penitenciario. La prisión le ha respondido negativamente, y la interna ha recurrido ya al juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional. El magistrado recabará la opinión del Ministerio Fiscal que, siguiendo las actuales directrices, se pronunciará también en contra.
No obstante, según las fuentes consultadas por este periódico, la etarra reúne con los requisitos legales exigidos para poder salir de la cárcel con un permiso. Ha cumplido la parte exigida por ley de permanencia en prisión, ha dado muestras de arrepentimiento y se ha apartado de ETA acogiéndose a la Vía Nanclares.
Lo más probable, según explicaron estas mismas fuentes, es que el propio juez de vigilancia penitenciaria o, posteriormente, la Audiencia le concedan este permiso. Idoia López Riaño podría salir de la cárcel en un mes, según la estimación de los especialistas.
La Tigresa, con 23 asesinatos y 2.111 años de condena, llegó a las prisiones españolas en 2001. Antes, desde 1994, estuvo presa en Francia. Perteneció al comando Oker y tras la desarticulación de éste, en octubre de 1985, pasó a formar parte del comando Madrid en el que, en tan solo seis meses, cometió la mayoría de sus asesinatos. Luego, en el comando Ekaitz, fue responsable de la oleada de atentados terroristas cometidos en Barcelona, Zaragoza, Alicante, Valencia y Murcia desde finales de 1991 hasta marzo de 1992.
Se le atribuye el asesinato en noviembre de 1984 del francés Joseph Couchot, acusado por ETA de pertenecer a los GAL; el del civil Angel Facal Soto, muerto en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa) en febrero de 1985; y el del policía nacional Máximo Antonio García Kleiner, perpetrado en San Sebastián en mayo de 1985.
Se labró la fama de sanguinaria como miembro del comando Madrid, participando en tres de los más brutales atentados en 1986. En el primero, el 25 de abril, fueron asesinados cinco guardias civiles al estallar un coche bomba al paso del vehículo oficial en la confluencia de las calles de Príncipe de Vergara y Juan Bravo de Madrid. Las investigaciones policiales la apuntaron como una de los etarras que, el 17 de junio de 1986, tirotearon al comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, al teniente coronel Carlos Besteiro Pérez y al soldado Francisco Casillas Martín.
Poco después, intervino en el atentado terrorista perpetrado, el 14 de julio, en la plaza de la República Dominicana de Madrid en el que murieron 12 guardias civiles y resultaron heridas decenas de personas.
Por otra partre, la Guardia Civil detuvo anoche a la etarra Nagore Mugica durante una visita a la cárcel alicantina de Villena, donde cumple condena su pareja, el también terrorista Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, informa Europa Press.
Sobre Mugica estaba en vigor una orden de búsqueda cursada por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Esta terrorista, de 48 años de edad, salió de prisión en febrero de 2011 después de cumplir condena por un delito de depósito de armas y material explosivo.