Lo que convencionalmente se ha venido en llamar la trama Koldo se ha puesto incandescente. Tanto que uno no ha tenido más remedio que darle la razón a Cuca Gamarra, secretaria general del PP, cuando vino a resumir en rueda de prensa el Comité de Dirección que había celebrado el principal partido de la oposición a las once de la mañana de ayer y ya, aprovechando el viaje ha anunciado que pedirán la dimisión del número 1, apelativo de significado inequívoco cuando lo emplean los miembros de una organización delictiva como parece ser el partido que dirige con mano de hierro Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Uno no tiene más remedio que darle la razón cuando dice que esto no es la trama Koldo, sino la trama Sánchez, al fin y al cabo lo había apreciado así en su columna del sábado, para qué vamos a entretenernos con una presunta trama Ábalos, abstenerse intermediarios. También anunció Cuca la presentación de una querella por financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias contra el partido que más se parece a España ante el Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional que instruye Santiago Pedraz y en el que instruía hasta 2012 Baltasar Garzón.
Ayer mismo, durante la recepción en el Palacio Real, Sánchez insistía en el mantra que repite con mucho empeño, yo diría que hasta con delectación que “hemos actuado con contundencia, prontitud y transparencia contra la corrupción”. Quiere decir que destituyó a Ábalos como todopoderoso ministro de Transportes y como secretario de Organización del PSOE. Mentía, claro, dónde irá el buey que no are. En ningún momento dijo que lo destituía por prácticas corruptas. Pero es que, además, fue Santos Cerdán el tipo que presentó a Koldo García Izaguirre a José Luis Ábalos, que lo puso a su servicio como chófer para todo. Adivinen quién sustituyó a Ábalos como número tres del PSOE. Exacto, Santos Cerdán.
Las 233 páginas del informe de la UCO están dando mucho de sí, y más que van a dar, con el comisionista Aldama llevando un dineral a la sede del PSOE en bolsas, no de El Corte Inglés como quiere la tradición (esto no es nuevo) sino en bolsas de Zara. Contaba un socio de Aldama que un día que a éste le venía mal, se lo encargó a él y que llevó 90.000 euros en dos entregas de 45.000.
Este año han conseguido alejar un poco más a la chusma con el fin de tapar en lo posible los abucheos y los insultos que el pueblo llano dedica en estas ocasiones al presidente del Gobierno. Fue inútil. Consiguieron atenuarlos levemente pero se oían con bastante nitidez. Hacen falta medidas drásticas: quizá sería pertinente concentrar al público en Móstoles o en Getafe y que vean a las autoridades en pantalla gigantesca. Podrían desahogarse sin que sus gritos llegaran a la plaza Cánovas del Castillo, donde se levantaba la tribuna real. Sánchez padeció la desafección de la plebe, pero también la cobra de la princesa Leonor, que le dio la espalda. No deberían tenérselo en cuenta; es que las cosas que está aprendiendo en la Escuela Naval de Marín compaginan malamente con la práctica política de Pedro Sánchez.
Vox también hizo ayer sus pinitos antisanchistas al presentar una querella contra Francina Armengol ante el Tribunal Supremo por la compra de material sanitario durante la pandemia. Yo es que a esto de Pedro no acabo de verle futuro, tal como está el tema. No sé si me explico.