EL CORREO 02/09/14
FLORENCIO DOMÍNGUEZ
La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, confirmó este fin de semana su disposición a volver a encabezar la lista de UPN y, al mismo tiempo, reiteró su intención de promover la supresión de la Disposición Transitoria cuarta de la Constitución que regula el procedimiento que tendría que aplicarse para que Navarra se uniera al País Vasco. De acuerdo con esa disposición y con la Ley de Amejoramiento del Fuero de 1982 esa unión tendría que ser aprobada primero por el Parlamento foral y luego por los navarros en referéndum.
La supresión de la transitoria cuarta por parte de los regionalistas navarros es una vieja aspiración. Hace diez años, por ejemplo, lo planteó el entonces presidente Miguel Sanz. En la campaña electoral de las últimas elecciones generales, Barcina le exigió al líder del PP, Mariano Rajoy, que apoyara esa derogación y el hoy presidente, en un mitin celebrado en el Baluarte, en Pamplona, en noviembre de 2011, dio su apoyo: «Si hay reforma (de la Constitución), se quita», dijo Rajoy.
Lo que ha sido una expresión de deseos en las filas del foralismo navarro, ahora, en medio del debate de la reforma de la Constitución, tiene un sentido diferente. Evidencia que si se va a cambiar la Carta Magna se van a tener que debatir muchas más propuestas de las que sería previsible. Ahora se plantea la reforma para cambiar el modelo territorial y canalizar la pulsión soberanista de algunas comunidades, pero una vez abierto el debate se plantearán muchos más asuntos. Uno de ellos, la transitoria cuarta.
La disposición transitoria cuarta fue incluida en la Constitución en virtud de una enmienda conjunta de UCD, el PSOE y el PNV y hay que entenderla en el clima político de la Transición. De los tres firmantes de la enmienda, dos, socialistas y nacionalistas, abogaban por integrar a Navarra en el País Vasco. En la UPN actual suelen presentar la transitoria como una cesión de UCD al nacionalismo, pero los que querían la unión de Navarra y Euskadi no vieron con buenos ojos la disposición. Goyo Monreal, senador por Gipuzkoa del Frente Autonómico, una coalición del PNV y PSE, dijo que era una carrera de obstáculos para impedir la integración de Navarra en Euskadi. En las Cortes, la enmienda fue defendida por el diputado de UCD Jesús Aizpún y el senador Jaime Ignacio del Burgo, defensores a ultranza de la personalidad navarra y con ninguna simpatía por el proyecto nacionalista. Del Burgo escribió hace unos años que la disposición transitoria cuarta «ha representado una clara garantía para la libertad colectiva de Navarra».
Los nacionalistas, que no se mostraron muy entusiasmados con el proceso garantista establecido en la disposición transitoria cuarta se oponen ahora a su anulación porque la Constitución que no reconocen les abre un procedimiento legal para que Navarra se una a Euskadi. En las filas del foralismo navarro hay, no obstante, algunas cautelas. Jaime Ignacio del Burgo ha dejado escrito que la supresión de la transitoria cuarta «dejaría en pie la posibilidad de integración de Navarra en Euskadi sin necesidad de recorrer todo el proceso garantista de dicha disposición».
El propósito de quienes quieren suprimir la disposición transitoria cuarta es acabar con lo que consideran una situación permanente de provisionalidad que favorece a la reivindicación nacionalista. Al derogar esa disposición, simbólicamente, se estaría declarando el estatus actual de Navarra como una situación definitiva.