EL MUNDO 18/08/13
· Jone Artola no lanzó el txupin oficial, aunque sí el oficioso una hora después. Pese a estar inhabilitada para ejercer de txupinera por su relación con entidades del entorno de ETA y su presencia en candidaturas de formaciones abertzales ilegalizadas, Artola fue la protagonista del inicio de la Semana Grande de Bilbao con el permiso del Gobierno municipal del PNV.
La izquierda abertzale logró su objetivo. Quien ha ejercido de portavoz de la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat fue ayer la protagonista indiscutible del inicio de la Aste Nagusia, la Semana Grande, con su destacada presencia en la balconada, donde ejerció de maestra de ceremonias en la sombra, a pesar de no prender la mecha oficial ante una arrebatada plaza que no paró de vitorearla.
El txupin fue lanzado a las 19.00 horas por la concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao, Itziar Urtasun, en su calidad de presidenta de la Comisión de Fiestas, después de que las comparsas y el Consistorio alcanzaran un acuerdo a última hora tras un largo día de negociaciones y del que se desvinculó el PP.
Al final, el Ayuntamiento se garantizó el apoyo de las comparsas, que se habían negado en todo momento a aceptar otra txupinera, a cambio de otorgar determinadas concesiones y permitir que Artola estuviera presente en todos los actos contemplados en el arranque festivo. «Es la solución menos mala», admitió un miembro del equipo de Gobierno. De este modo, la izquierda abertzale logró su objetivo de controlar el arranque festivo a base de ejercer una presión, tensionando la cuerda hasta el final, a la que sucumbió el PNV.
Sin el uniforme rojo de txupinera, pero con la camiseta de rayas negras y blancas representativa de la comparsa Txori Barrote, que tiempo atrás estuvo inhabilitada por el Ayuntamiento por exhibir fotos de presos de ETA, Artola tuvo un protagonismo relevante en la balconada, donde compartió espacio con la pregonera, la capitana del Athletic Club, Iraia Iturregi, y Urtasun.
Artola fue la primera en salir al balcón entre el júbilo de las centenares de personas que llenaban la plaza del Arriaga, donde se desplegaron pancartas a favor de la «amnistía» y de los presos de ETA, con fotografías de reclusos. Entre los gritos de «txupinera aurrera (txupinera adelante)», la hermana del preso Joseba Koldo Artola no paró de saltar, reír y lanzar el puño al aire a modo de victoria.
La pregonera se sumó a este apoyo con un discurso en el que criticó la injerencia judicial en el inicio de las fiestas. Aseguró estar «harta de los que demuestran no entender cuál es la esencia» de la Semana Grande. «¡Basta ya! Queremos gozar de cada segundo de fiesta, independientemente de razas, géneros e ideologías políticas», proclamó. Y culminó su apoyo a Artola desprendiéndose del sombrero y la chaqueta amarilla representativa de la pregonera en solidaridad con la txupinera oficiosa, con quien se fundió en un abrazo para compartir el estallido del cohete.
Ya en los prolegómenos del inicio festivo, se pudo comprobar que Artola iba a ser la protagonista del arranque de la Aste Nagusia. En la recepción de autoridades, fue la más aclamada. En los actos previos, no cesaron los gritos de apoyo. El respaldo a su figura se evidenció, además, con pegatinas en el interior del recinto que portaban miembros de algunas comparsas que denunciaban la intervención judicial con el lema «señor gobernador (en alusión al delegado del Gobierno, Carlos Urquijo), usted es bobo», con el calificativo subrayado.
En todo caso, Artola no se privó de vestir de txupinera y de cumplir con este cometido, ya que una hora después del arranque festivo salió del teatro ataviada con la indumentaria roja a la plaza del Arriaga, acompañada de la pregonera y de Marijaia, donde lanzó un txupin alternativo entre los vítores de los asistentes y tras un aurresku de honor previo.
EL MUNDO 18/08/13