El Gobierno considera más eficaz y menos impopular actuar de forma limitada en varios tributos en vez de intentar recaudar mucho más en uno solo o dos de ellos, según confirman a EL MUNDO fuentes gubernamentales.
Rajoy descarta subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), pero está dispuesto a acuerdos en todos los demás con Ciudadanos y, si es posible, PSOE, para aprobar los Presupuestos para el próximo año. De momento, en su discurso en el congreso del 40 aniversario de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Rajoy ya no habló de bajar impuestos como en la campaña electoral, sino que empezó a abrir la vía a lo contrario: «En esta Legislatura nos hemos fijado como objetivo alcanzar los veinte millones de ocupados, porque todavía quedan muchas, muchísimas, personas en España que no pueden trabajar y que requieren, precisan y necesitan nuestra atención. Eso, además, nos va a permitir aumentar la recaudación sin tener que subir los impuestos más importantes».
¿Los más importantes? El ministro de Economía, Luis de Guindos, señaló después que eso significa excluir incrementos del IRPF o del IVA. Pero no del resto. Según las fuentes consultadas está en estudio desde endurecer el Impuesto de Sociedades hasta subir los Especiales pasando por establecer la llamada Euroviñeta o un impuesto sobre las bebidas azucaradas.
FISCALIDAD DE EMPRESAS El Gobierno ya ha tomado la decisión de endurecer el Impuesto de Sociedades más allá de lo que hizo de urgencia el pasado octubre al elevar los pagos a cuenta. De Guindos dio ayer por hecho su «racionalización» y «la eliminación de algunos aspectos que están teniendo impacto negativo en la recaudación, como ocurrió con el tema de las retenciones a cuenta». El PP ya incluyó en su pacto con Ciudadanos «reformar en profundidad el Impuesto de Sociedades para cerrar agujeros, mejorar el control y recaudar más sin subir los tipos nominales de este impuesto». Se trata de eliminar deducciones de las que se benefician en particular las grandes empresas y que hacen que paguen un tipo real efectivo inferior al 10% de sus beneficios. Un endurecimiento de este impuesto formó parte también del programa electoral del PSOE, por lo que el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, ve particularmente fácil alcanzar acuerdos parlamentarios en este capítulo.
Rajoy no llegó a mencionar este tributo en especial al encontrarse ante un auditorio de ejecutivos empresariales presididos por Rafael Miranda, pero sí lanzó este mensaje: «Todavía no hemos llegado a los niveles de recaudación del año 2007, porque entre los años 2008 y 2009 la recaudación bajó en España en 70.000 millones. Y durante este período de tiempo –de 2007 a 2015– el gasto en pensiones aumentó desde 79.000 millones a 117.000 millones».
HIDROCARBUROS Al excluir IVA o IRPF, Hacienda estudia vías para recaudar más por los Impuestos Especiales, empezando por el que grava los hidrocarburos. La perspectiva de que el precio del petróleo no supere en un futuro previsible los actuales precios anima al Gobierno a incrementar su tributación. De ese modo contribuiría también a subir la inflación a niveles que el Banco Central Europeo considera más sanos para la economía.
El hecho de que se encuentren en España por debajo de la media europea es otro factor a favor de incrementarlo, además de que el PSOE lo incluía en su programa electoral. Los socialistas estarían teóricamente a favor de apoyar cualquier tributación que pueda considerarse ecológica, por lo que Montoro estudia también iniciativas en este capítulo. Los impuestos ambientales ascendieron a 19.251 millones de euros en 2014, lo que supuso una disminución del 1,9% respecto al año anterior, cuando se alcanzaron los 19.622, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que publica las cuentas medioambientales de la serie contable correspondiente al período comprendido entre 2010 y 2014, según informa Europa Press. Los impuestos ambientales se componen de impuestos sobre la energía, el transporte y la contaminación y los recursos.
Los impuestos sobre el alcohol y el tabaco son también candidatos permanentes a subidas cuando hace falta recaudar para cumplir el déficit.
EUROVIÑETA Tanto los gobiernos del PSOE como los del PP se han resistido hasta ahora, incluso durante la crisis, a implantar esta tasa sobre los camiones pesados por usar las infraestructuras que ya aplican desde hace años diversos países europeos. Ahora vuelve a estar sobre la mesa, según las fuentes gubernamentales consultadas. La patronal sectorial CETM ya ha alzado la voz advirtiendo del daño que causaría a los camioneros y pide en cambio una alternativa: «Sería mucho más coherente aplicar una política de reducción de gastos en proyectos faraónicos e innecesarios tales como líneas AVE que nadie utiliza o aeropuertos fantasmas, que servirían para equilibrar los actuales desajustes presupuestarios».
BEBIDAS AZUCARADAS Aunque las multinacionales de refrescos encabezadas por Coca-Cola han logrado frenar hasta ahora en España el impuesto sobre las bebidas azucaradas negando su eficacia, en el Ministerio de Hacienda figura también sobre la mesa de estudio. Tiene a favor que ya se aplica en otros países europeos y que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reclama. En su último informe llamado Las políticas fiscales para la dieta y la prevención de Enfermedades No Transmisibles (ENT) recomienda que los impuestos sobre las bebidas azucaradas se aumenten al menos un 20% con el objetivo de reducir su consumo y, por tanto, disminuir el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries dental.
PATRIMONIO Y SUCESIONES El PP se ha resistido hasta ahora a imponer un mínimo a todas las comunidades autónomas, permitiendo así que la Comunidad de Madrid los mantuviera más bajos que el resto. Tampoco figura en su acuerdo con Ciudadanos. El PSOE apoyaría una armonización así como la creación de impuestos sobre las transacciones financieras.
¿Y RECORTAR GASTOS? De Guindos habló de evitar redundancias en la Administración y aseguró que el Gobierno negocia con Ciudadanos encargar una auditoría del gasto público, pero nada inmediato que permita cumplir en 2017. El portavoz socialista, Antonio Hernando, reclama que todo el ajuste llegue mediante más recaudación.