La unidad política, clave en la lucha contra el yihadismo

EDITORIAL EL MUNDO – 27/11/15

· En un país tan refractario a los acuerdos políticos de largo alcance hay que valorar positivamente el pacto antiyihadista rubricado ayer por nueve formaciones. Y no sólo por los objetivos que persigue sino por haberlo hecho con luz y taquígrafos en una comparecencia pública de todos los firmantes. La reunión de la comisión de seguimiento permitió escenificar ayer la incorporación de Ciudadanos, entre otros partidos, a la alianza que en febrero impulsaron Rajoy y Sánchez. Podemos –cuyo representante acudió a la cita en calidad de observador–, IU, Convergència y el PNV rechazaron sumarse a esta entente, acreditando una vez más la miopía de la izquierda y los nacionalismos en cuestiones de Estado, y su empecinamiento en instrumentalizar la causa del pacifismo pese a admitir que la lucha contra el terrorismo yihadista es ya una prioridad ineludible.

El islamismo radical constituye una de las principales amenazas que actualmente se ciernen sobre Occidente. Los brutales atentados de París del 13-N evidenciaron que la gravedad de esta lacra exige reforzar la unidad política, apuntalar la coordinación entre las fuerzas de seguridad y movilizar todos los instrumentos legales al alcance. Precisamente, las ideas que inspiran el pacto antiyihadista. Algunas de las medidas incorporadas son la modificación del Código Penal para redefinir el delito de terrorismo y recoger las «nuevas amenazas», lo que pasa por perseguir la captación y adiestramiento de terroristas; la aplicación de la prisión permanente revisable en los delitos de muerte –punto que rechaza el PSOE–; y el refuerzo del marco jurídico en la lucha antiterrorista, que ya se ha sustanciado en las nuevas leyes de Seguridad Nacional y de Enjuiciamiento Criminal.

El pacto antiyihadista es un ejercicio de cohesión política que traslada a la sociedad un mensaje de seguridad y determinación. Pero también supone un aval a Rajoy de cara a fijar la aportación española en la coalición internacional que aspira a forjar Hollande para derrotar al Estado Islámico (IS). Rajoy garantizó que el Gobierno compartirá con los partidos adheridos al pacto las demandas de París, si bien el Ejecutivo ha negado reiteradamente que se haya ofrecido a relevar a Francia en el control militar de África.

El presidente del Gobierno y el jefe del Estado francés se reunirán este domingo. El encuentro llega después de la ronda de contactos matenida por Hollande con los principales líderes, a los que ha arrancado un firme compromiso para eliminar el yihadismo. Obama aseguró que el IS «debe ser destruido», Cameron enfatizó la voluntad del Gobierno británico de bombardear al IS antes de Navidad y Merkel ofreció movilizar 650 soldados alemanes en Mali. Además, Putin subrayó la complicidad de Rusia con Francia en aras de seguir coordinando los ataques a las posiciones del IS en Siria, tal como ha ocurrido en la última semana en Raqqa.

La postura del Gobierno ha basculado hasta ahora, acertadamente, entre la prudencia y los compromisos a los que está obligado a cumplir en apoyo de un país aliado. La lucha contra una estructura criminal como el IS, dotada con casi 50.000 efectivos, pasa por reforzar la defensa colectiva de la UE, cuya política en esta materia está supeditada a la OTAN y la legalidad internacional. La resolución aprobada por Naciones Unidas el viernes, que llamaba a combatir al IS «con todas las medidas necesarias», eludía invocar el artículo que autoriza el uso de la fuerza. A falta, por tanto, de un mandato claro de la ONU, España debe comportarse como un aliado responsable dentro del marco de actuaciones que suscriban los Veintiocho. Pero siempre teniendo en cuenta que la unidad internacional es uno de los pilares fundamentales para erradicar el terror del IS.

EDITORIAL EL MUNDO – 27/11/15