- Ayuso ingresa en el club de las baronías fuertes del PP, junto a Galicia y Andalucía. El futuro de la derecha, y de España, empieza ya a perfilarse
Los madrileños proclamaron a Ayuso reinona indiscutible de Madrid en las elecciones de hace un año. La militancia del PP acaba de otorgarle el título de baronesa al encumbrarla como presidenta regional de su formación. Ambas designaciones por aclamación. El 4-M arrasó a Sánchez, desde entonces muy enojado. Este sábado logró el título que Casado le había hurtado. Del anterior jefe del PP no han quedado ni las raspas. Ni siquiera un instante fugaz en el vídeo oficial del cónclave. El hombre que nunca estuvo allí.
Lejos de aflojar, la musa de las tabernas ha fortalecido su cartel. Los sondeos respaldan su labor. El personal se rinde a sus pies. En estos meses, apenas ha incurrido en errores. Se quitó de en medio a Casado y se ha sumado con entusiasmo a las huestes de Feijóo, con quien se entiende . Más o menos. No abandona su discurso combativo ni reniega de sus clásicos, Esperanza Aguirre, por ejemplo. Y no ha arriado su bandera de líder con vocación nacional. En la apertura del gran jamboree de la derecha madrileña no renunció a su estilo. Esto es, dirigirse a Pedro Sánchez como un vándalo que dinamita las instituciones y que dirige «el Gobierno más autoritario desde la dictadura».
Tomen nota, Ayuso siempre estará allí. Para lo que ustedes gusten. Para lo que las circunstancias ordenen. Todos con Feijóo, naturalmente. Ahora es lo que toca. Y en el futuro, ya se verá. Tras las generales hablamos, presidente y amigo. A la cara, estilo de casa. Juanma Moreno, tras su vuelta al ruedo del 19-J, también estará allí, por si se tercia. Madrid-Galicia-Andalucía, un triángulo robusto en el que se diseña el futuro de la derecha. Y de España. El guion arrancó en las elecciones madrileñas, se acaba de consolidar en el festival Ayuso de este fin de semana y se consolidará en la cita andaluza del mes que viene. En paralelo, se asistirá al incontenible hundimiento del sanchismo que, acabe confiar, se sustanciará antes de que redondee sus afanes por dinamitar nuestra democracia raquítica.
Acumulaba el asunto un reparto de personajes exóticos, como un proveedor chino, el hijo de un duque ya fallecido, su socio macarra llamado Luceño y el mentado primo del alcalde con quien comparte apellido
La izquierda madrileña, mientras tanto, cava afanosamente su tumba, avanza sin fatiga hacia el más profundo de los descréditos. Acaba ahora de consumar otro llamativo ridículo. Si hace un año fue en las urnas, ahora ha sido en los tribunales, en el llamado caso del ‘primo del acalde’. Conviene recordarlo. Todas las formaciones municipales situadas a la izquierda de Ciudadanos (Podemos, PSOE, Más Madrid y Grupo Mixto) emprendieron denuncias contra José Luis Martínez Almeida a cuenta de la adquisición de unas mascarillas. El asunto apenas desbordaba las lindes de lo municipal, como en una novela de Simenon, pero acumulaba un reparto de personajes exóticos, como el proveedor chino, el hijo de un duque ya fallecido, su socio macarra llamado Luceño y el mentado primo del alcalde con quien comparte apellido.
La arremetida judicial fue descartada en severo manotazo tanto por la fiscalía Anticorrupción, donde no abundan los afectos hacia el PP, como el propio instructor, Adolfo Carretero, que desestimó emprender acción alguna contra tres de los más estrechos colaboradores del alcalde, señalados desde la oposición como seguros estafadores, malversadores, prevaricadores, traficantes de influencias y demás presuntos delitos que suelen adornar estos episodios. Y contra el famoso primo. No han dado ni una. Mónica García, la líder de Más Madrid, conocida como ‘Médica y Madre’, participó con muy especial empeño en esta intentona, que ha pasado a engrosar su larga lista de desaciertos. MyM es uno de las incorporaciones rutilantes al grupo ‘Sumar’, esa entelequia que acaba de lanzar a la escena Yolanda Díaz al efecto de sustituir al decrépito Podemos en el costado siniestro de Pedro Sánchez.
Isa, aquí tienes a tu partner
Atención con Almeida que, tras sortear la arremetida prejudicial, acaba de ingresar en la categoría de los supervivientes inexpugnables. Después de zascandilear por el lado oscuro de las conjura contra Ayuso, se ha convertido en su más fiel aliado, amigo, siervo… «Isa, aquí tienes a tu partner», le requebró, afable y amistoso, desde la tribuna a quien hace poco intentó apiolar.
La lideresa madrileña deberá huir de ‘la voz acaramelada de los parlanchines’, como aconsejaba Silvia Plath, que empiezan ya a amontonarse frente a la portalada de Sol.