EL CONFIDENCIAL 08/05/17
Domingo por la tarde. El portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, tuitea el siguiente mensaje: “La remontada”. No, no se trata de fútbol, sino de política. Los sondeos a pie de urna confirman de manera unánime la derrota de la eurófoba y ultraderechista Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Y, pese a que los resultados no son definitivos, las reacciones no se han hecho esperar más allá de las fronteras galas. “Un nuevo comienzo para Europa”, añadía Schinas. O dicho de otro modo: después del Brexit, llega la victoria de Emmanuel Macron.
Tras una década de crisis en crisis, que alcanzó su punto álgido con la decisión de Reino Unido de abandonar el club comunitario, Macron se ha convertido en el espaldarazo que la Unión Europea anhelaba con urgencia. Primero porque entierra el riesgo palpable de que una candidata con un proyecto abiertamente eurófobo se hiciera con las riendas de Francia, potencia central en la construcción europea. Pero, además, el creador de En Marche! es abiertamente europeísta. Mientras Le Pen exigía que se retirase la bandera azul, salpicada de estrellas doradas, que representa a la UE, Macron se envolvía en ella.
“Defenderé Europa (…) Es nuestra civilización la que está en juego, nuestra manera de vivir”, ha dicho Macron en su primer discurso como presidente electo. Un mensaje contundente en favor de un proyecto europeo que, no obstante, también se ha mostrado dispuesto a reformar. Una retórica que encaja perfectamente con el momento de reflexión y reconstrucción que han emprendido los Veintisiete, ante el inminente comienzo de las negociaciones del Brexit.
“No a la tiranía”
Solo habían pasado 15 minutos de las 20:00, hora de cierre de los colegios electorales en Francia, cuando se han publicado los primeros mensajes de alegría desde Bruselas. “Los franceses han elegido la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, y han dicho no a la tiranía y las ‘fake news”, ha celebrado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una clara referencia tanto a Marine Le Pen como a su simpatizante, el presidente norteamericano, Donald Trump.
“Feliz de que los franceses hayan elegido un futuro europeo. Juntos por una Europa más fuerte y justa”, ha dicho por su parte el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Su mano derecha, el influyente Martin Selmayr, ha subrayado además las declaraciones de intenciones de su jefe: “Trabajaré con Macron por una Europa fuerte y social, con la profundización de la Unión Monetaria Europea”, es decir, el euro.
Bienvenida al club de los grandes países…
Macron, que no dudó en visitar Berlín durante la campaña electoral, ha alimentado también las esperanzas en que se reviva el eje franco-alemán, sobre el que se ha apoyado históricamente el proyecto europeo para salir adelante. Steffen Seibert, portavoz de Angela Merkel, lee en la elección del candidato “una victoria para una Europa fuerte y unida, y para la amistad franco-alemana”.
«¡Viva Macron presidente! Una esperanza recorre Europa”, ha afirmado por su parte el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Y es que Berlín no es la única capital que espera acercarse ahora a París. Roma ve en Macron un posible aliado porque, aunque ha tratado de mantenerse al margen de las grandes líneas ideológicas tradicionales, el presidente formaba parte del Gobierno socialista de Hollande. Matteo Renzi, que también tomó las riendas de su país con 39 años y prepara ahora su vuelta a la primera línea política, ha tuiteado un significativo “En Marche! In cammino”.
“En marcha por una Europa más fuerte”, ha afirmado el ministro Alfonso DastisDesde España —que desde hace unos meses es parte del conocido como Grupo de Versalles junto a Italia, Francia y Alemania— también se ha saludado la victoria del candidato independiente. “En marcha por una Europa más fuerte”, ha afirmado el ministro Alfonso Dastis, mientras que el presidente Mariano Rajoy ha asegurado que ambos países vecinos trabajarán “por una Europa estable, próspera y más integrada”.
… y entre los pequeños
La victoria de Macron ha sido celebrada también más allá de las grandes potencias. Desde Tallin, el primer ministro estonio, Jüri Ratas, dedicaba un tuit en francés para felicitar a los galos por “haber escogido Europa”. Y su homólogo belga, Charles Michel, ha resumido el sentir generalizado: “Hoy triunfa un rechazo claro a un proyecto de repliegue (nacional) que es peligroso para Europa. Tras la victoria de Mark Rutte en Holanda y tras el hundimiento del Ukip en las elecciones locales británicas, Francia ha optado por un proyecto volcado hacia Europa”.