LAS PRIMERAS que se hicieron eco en Twitter de tres perlas de la ministra de Defensa fueron Cayetana Álvarez de Toledo y Cristina Seguí: «Marlaska es maricón», «a mí que me den un tribunal de hombres» y «ha venido un tío a la Audiencia monísimo, parece George Clooney, pero es una nenaza». Y esto se lo dice a Villarejo en una cena para celebrar una condecoración a la que asistió como acompañante de su amigo Baltasar Garzón.
Pero tenía confianza, aunque no sospechara que Villarejo lo iba a grabar todo. «No tenía las amistades adecuadas», decía Philip Marlowe del chófer de los Sternwood, mientras sacaban su cadáver de la bahía de San Francisco. Algo parecido podría decirse de Lola Delgado por su relación con Balta. Por lo demás sigue el protocolo de los cesantes del doctor No: primero se niega, luego se admite un poco, la puntita nada más: no lo conozco, nunca he estado con él, bueno sí, pero solo tres veces.
La ministra Delgado es de confianza rápida y tiene razón en sus tres sentencias: no hay duda sobre la orientación sexual alternativa de Marlaska, él lo anunció hace años. ‘Maricón’ es un término que puede parecer inadecuado, pero yo tengo un amigo, vocación tardía, que salió del armario pasados los 40 y que rechazaba expresiones como ‘gay’ y otras sinónimas: «Yo lo que soy es maricón, no vengáis con chorradas». La segunda es razonable. Toda mujer tiene genéticamente un saber: el efecto que produce en los varones con los que se relaciona, claro que son/somos más previsibles, y respecto al juez monísimo de la Audiencia hasta me atrevería a decir el nombre.
Luego se lía al decir que el maricón no era Marlaska, para decir que sí después, pero que no se refería a su condición sexual. El aludido ha dicho que pelillos a la mar: «Lo importante son los hechos y no las palabras» y Lola Delgado ha anunciado su salida próxima del Gobierno. Habrá más grabaciones y cabe preguntarse por la solidez de un Estado extorsionado por cualquier presunto Villarejo : «Voy a seguir contando con el apoyo del presidente, por supuesto». Igualito que la Montón, aunque estará en capilla más de cuatro horas. Quizá hasta que vuelva de América el doctor.