Juan Van-Halen-El Debate
  • Estamos sin Gobierno, sin nadie al timón. ¿Y la oposición? A la espera. Acierta al no presentar una moción de censura para perderla. Sería un regalo para Sánchez que, bajo mínimos en Europa, vendería que gana una moción de censura; lo hizo tras la de Vox

Sánchez debe un aguinaldo a sus maquilladores, aunque en su comparecencia del perdón se les fue la mano en el apaño compungido. El perdón de un político a los ciudadanos en democracia se llama dimisión. Las emociones del presidente suelen ser subterráneas como todo en él, pero acaso esta vez haya conocido el miedo más aún que en la huida de Paiporta. Es el que sabe lo que se puede llegar a saber. El final de la escapada se demorará más o menos, pero España seguirá sin ser gobernada, sin presupuestos, hazmerreir del mundo, y políticamente tambaleante.

Podrá acogotar a los jueces, manejar a los fiscales, desarbolar la UCO, entregarse aún más a los independentistas, maniobrar lo que sus acólitos sean capaces de inventar, pero Sánchez es un cadáver político insepulto. He hablado con amigos socialistas que antes se tragaban sin pestañear cada palabra de su líder y ahora dan crédito a lo que se ha sabido. Nadie cree que Sánchez ignorara lo que ocurre. Siempre fue el Puto Amo, ya lo dijo Puente. Lo controla todo. Y están convencidos de que el problema debe resolverlo el propio socialismo movilizándose desde dentro. Desprecian a quienes, sentados en sus escaños, asienten y aplauden defendiendo sus sueldos. Esos, sus familias y otros muchos favorecidos son los que se movilizarán en la concentración convocada por Ferraz. Y son legión. Es lo que me dicen.

Ha habido declaraciones impresentables como la de Yolanda Díaz. Señaló que «la corrupción nace en las empresas». Esta mujer tiene un importante déficit neuronal. La corrupción nace en quienes exigen dádivas a las empresas para conseguir contratos. Y esos son políticos. Lo que para Sánchez es «una anécdota» para los ciudadanos es galopante corrupción que no se diluye con el recuerdo de corrupciones en otros partidos ni retrocediendo a otros tiempos. La oposición podría recordar Filesa, Matesa, Time-Sport, los ERE… O la última legislatura de Felipe González. Nada comparable a la situación actual que supone la mayor trama corrupta de la democracia. Es una lástima que ninguno de los cuatro del Peugeot, el inicio de todo, grabara sus conversaciones viajeras.

Con las manos de Marisu Montero en la sala de quemados de tanto ponerlas en el fuego, con Armengol, Angelito Torres, Elma Saiz, acaso Illa en la casilla de salida, y Chivite, tras el cese de su segundo por cercanía a la empresa de Santos Cerdán, Servinabar, el círculo se agranda. Chivite dice que no sabía nada; los dirigentes socialistas padecen amnesia repentina. Navarra destinó 76 millones de euros en la adjudicación del túnel de Belate y, con otras seis adjudicaciones, llegó a los 106 millones. El tío de Chivite, Óscar Chivite, ejerce como consejero de Cohesión Territorial. Nepotismo además de presunta corrupción. Y la presidente de Navarra anuncia que no dimitirá. Natural, como el jefe.

Estamos sin Gobierno, sin nadie al timón. ¿Y la oposición? A la espera. Acierta al no presentar una moción de censura para perderla. Sería un regalo para Sánchez que, bajo mínimos en Europa, vendería que gana una moción de censura; lo hizo tras la de Vox. El PP celebrará pronto su XXI Congreso Nacional. Sé bien lo que representan las Ponencias de los Congresos porque fui encargado de la Ponencia de Cultura en el llamado Congreso de la refundación. Lo que aprobamos en aquella Ponencia no se cumplió. En esta coyuntura la Ponencia Política del próximo Congreso es positiva. Hace falta que se cumpla. Mi experiencia me lleva a ser, acaso injustamente, escéptico.

En el discurso de Feijóo en la Plaza de España me inquietó la omisión de lo que derogaría cuando llegue al Gobierno. Tampoco figura en lo que conozco del próximo Congreso. La impresión que recibo de muchos amigos respecto a un posible Gobierno de Feijóo es que mantendría mucho de lo decidido por Sánchez. También lo creen numerosos comentaristas del columnismo periodístico. Es urgente un compromiso público de que se derogarán las normas ideológicas aprobadas y se revisarán los acuerdos impuestos por la debilidad del sanchismo.

La oposición tiene la responsabilidad de actuar. Es impresentable, por ejemplo, la reiterada actuación partidista y antirreglamentaria de Armengol. Debería denunciarse públicamente hasta sus últimas consecuencias. Y no se hace. El buenismo llega a ser suicida. Se ha visto un viejo Peugeot en el garaje de Ferraz; esta vez el recorrido será corto. Su único ocupante hará un viaje de regreso: de las nubes de ZP a la realidad de la UCO.