- ¿A quién beneficia el sabotaje de La Vuelta? No a Gaza, los palestinos, la paz o nada que se parezca a eso. Sólo a Pedro Sánchez.
1. «Veía antes por detrás alguna bandera palestina» dijo Pedro Sánchez ayer domingo por la mañana durante su mitin en Málaga mientras señalaba hacia un punto indeterminado de las gradas.
Como si esa enseña fuera cosa de un espontáneo profundamente conmovido por la guerra de Gaza.
Pero la «bandera» eran dos gigantescos estandartes palestinos proyectados por la organización del evento, es decir por el PSOE, a la espalda de Sánchez.
Inescapables para las cámaras de televisión.
Flanqueando al presidente como guardias de corps.
Estaba todo programado.
«Alguna bandera palestina».
2. Observen atentamente la imagen. Ni una sola bandera española. Sólo las dos banderas palestinas.
El perfecto retrato del militante sanchista medio: España es discutida, discutible y desmontable, pero Palestina es una unidad de destino en lo universal.
3. «Vaya por delante nuestro reconocimiento total y absoluto a los deportistas» dijo entonces Sánchez.
Y yo pensé «y ahora viene el pero«.
Y, efectivamente, llegó el pero.
«Pero también nuestra admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas justas como la de Palestina».
«Mensaje recibido alto y claro», pensé. «Es la señal para que los manifestantes revienten la etapa final de La Vuelta y el Ministerio del Interior lo permita».
Dicho y hecho.
4. Esto es lo que el presidente Pedro Sánchez admira:
– Veinticinco personas detenidas a lo largo de La Vuelta por desórdenes públicos, resistencia a la autoridad y peligro para la integridad de las personas.
– Un ciclista, Javier Romo (del equipo Movistar), obligado a abandonar La Vuelta, contusionado, tras sufrir una caída provocada por un manifestante.
– Otros dos ciclistas caídos a causa de las protestas (Edward Planckaert y Simone Petilli).
– Varios pinchazos de ruedas provocados por las chinchetas y los clavos que los manifestantes lanzaron sobre la carretera. Un solo pinchazo a velocidades de entre 45 km/h en tramos llanos y 120 km/h en los descensos puede provocar fácilmente una muerte o lesiones de extrema gravedad. En la Vuelta ha habido docenas de esos pinchazos.
– Cuatro ertzainas heridos en los altercados de Bilbao.
– Agresiones a policías, con lanzamientos de botellas, botes de humo y otros objetos contundentes, en la etapa final en Madrid.
– Varias etapas canceladas antes de tiempo por las acciones de los manifestantes violentos. Entre ellas la última, la más emblemática.
5. ¿Estaba llamando el presidente a reventar la etapa final de La Vuelta en Madrid o sólo estaba expresando su «admiración» por los manifestantes?
La respuesta es obvia, aunque irrelevante.
Lo importante es que cientos de radicales violentos se sintieron ayer legitimados por el presidente del Gobierno para sabotear el final de la carrera mientras las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a las órdenes de Pedro Sánchez y de su ministro del Interior se enfrentaban a los violentos, con el consiguiente riesgo para su vida.
6. En circunstancias de normalidad, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska presentaría hoy su dimisión irrevocable y pediría disculpas, avergonzado, a los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
«En circunstancias de normalidad» quiere decir «en cualquier otro país que no fuera la España de Pedro Sánchez».
7. La violencia de las protestas durante La Vuelta han devuelto a la retina de los españoles el recuerdo de aquella kale borroka habitual durante los años de ETA.
Aquella kale borroka también era definida como «legítima protesta» por Herri Batasuna. Y, de hecho, uno de los principales organizadores de las protestas propalestinas es Ibon Meñika, antiguo miembro de ETA condenado por la justicia.
Sobre la pasividad de las administraciones vascas durante aquellos años se han escrito libros. Ahora podrán escribirse algunos más.
8. Perico Delgado: «A estos antisistema les da lo mismo lo que pase en Gaza. Quieren violencia, bronca. Les da igual quién salga malparado. Quieren lío aquí. Me parece fatal que algunos partidos apoyen esta manifestación violenta».
Donde «partidos» quiere decir PSOE, Podemos, Sumar, ERC y EH Bildu.
El núcleo más que duro, durísimo, del Gobierno.
9. La realidad, y sólo hay que echarle un vistazo a las imágenes de las protestas, es que los radicales fueron apenas unos pocos cientos, con la habitual estética de casa okupada, riñonera y bermudas tres tallas más grandes de lo necesario.
Algo fácilmente controlable por los antidisturbios de la Policía Nacional.
Pero, por algún motivo, ayer domingo unas pocas docenas de esos manifestantes violentos lograron derribar las vallas de protección y reventar la etapa final de una de las pruebas ciclistas más importantes del planeta.
10. La imagen para nuestro país es demoledora.
Pero eso, parece obvio, puntúa muy bajo en la escala de prioridades de este Gobierno.
11. Una evidencia: las protestas contra la guerra en Gaza son legítimas, se esté o no de acuerdo con ellas. La violencia, no. Y esto no han sido protestas. Ha sido sabotaje.
12. ¿Está la extrema izquierda, la de Podemos, Sumar y la ultraizquierda vasca y catalana, precalentando a los más violentos de los suyos ante la perspectiva de unas posibles elecciones generales anticipadas que ganará Alberto Núñez Feijóo de nuevo con total seguridad?
Mi opinión es «sí».
Esto es un ensayo en el que el pretexto de Gaza es lo de menos.
13. Como decía un tuitero, tomándole la palabra a Pedro Sánchez en su definición de «admirable protesta», queda abierta la puerta a que unos cuantos cientos de manifestantes revienten ahora la gala de los Goya. Con chinchetas, lanzamiento de troncos sobre la alfombra roja, derribo de vallas, invasión del escenario, heridos y contusionados, y peleas tumultuarias con los policías y los actores.
14. En un plano más humano: imaginemos a un deportista de élite que ha seguido un sacrificado régimen de entrenamientos de extrema dureza para que unos pocos cientos de radicales, alentados por el Gobierno, revienten una de las pruebas para las que se ha preparado durante toda tu vida.
«¿Qué es una carrera ciclista frente a las víctimas de una guerra?» dicen los radicales.
¿Y qué es tu deseo de violencia frente al sacrificio de un deportista de élite cuya relación con la guerra es nula?
15. «Si el equipo israelí se hubiera ido no hubiera pasado esto» supone culpar a la víctima por la violencia que se ejerce contra él. Esto lo han dicho varios ministros del Gobierno español.
Pero un político debería ser especialmente cuidadoso cuando aplica ese argumento a un equipo de titularidad israelí. Porque no hace falta irse muy lejos para recordar lo que ese tipo de pensamiento, aplicado a los judíos, ha provocado en el pasado.
«Lo que ha pasado», por cierto, es que familias y niños tuvieron ayer que huir a la carrera frente a la llegada de hordas de radicales dispuestos a reventar La Vuelta.
16. “Trabajamos para velar por la seguridad también de los manifestantes que quieran ejercer la protesta ante al genocidio que comete Israel” dijo el delegado del Gobierno en Madrid.
Por supuesto. Los violentos deben poder ejercer la violencia con todas las garantías de seguridad que pueda concederles el Estado.
Pero algo hay que reconocerle al delegado del Gobierno: si ese era el objetivo, se consiguió con creces. Felicidades.
17. De quien no pudo garantizar la seguridad el delegado del Gobierno fue de este grupo de manifestantes proisraelíes, a los que se impidió acceder a la zona.
Aparentemente, impedir el paso de esos peligrosos manifestantes sionistas fue pan comido.
Con los otros fue imposible, a pesar del despliegue de más de dos mil policías. Paradojas de esa seguridad ciudadana que se aplica o no se aplica en función de los intereses propagandísticos del Gobierno de Pedro Sánchez.
18. «Cuando el presidente de la Nación jalea el boicot contra La Vuelta, en su propia capital, se convierte en responsable directo de cada altercado que se produzca. Tanto si se para la carrera como si hay una sola agresión», dijo ayer Isabel Díaz Ayuso.
Tiene razón, obviamente.
19. «El presidente socialista español da luz verde a la caza de judíos», dijo el abogado Gilles-William Goldnadel en el canal de televisión más visto de Francia.
Buena publicidad.
20. «Sánchez cancela La Vuelta a España» ha dicho Cayetana Álvarez de Toledo.
Bueno, la cancela o se la cancelan.
El punto clave es qui prodest (a quién beneficia). Y la respuesta es clara: no a Gaza, no a los palestinos, no a la paz, no a nada que se parezca a eso.
Sólo a él. A él y a nadie más.
21. Acabada La Vuelta, ¿por qué protesta violenta mostrará ahora su admiración el sanchismo para tapar sus escándalos de corrupción? Lo sabremos pronto.