ABC 13/04/17
· Del atentado suicida y el atropello masivo se ha pasado a la bomba camuflada
El atentado contra el autobús del equipo alemán de fútbol del Borussia Dortmund confirma la proliferación de un yihadismo «low cost», llevado a cabo por terroristas del tipo «lobo solitario» más o menos improvisados, pero con características particulares en el último atentado.
En este caso, el terrorista no ha acudido al atentado suicida ni al atropello masivo. Ha optado por un método relativamente novedoso: el artefacto explosivo camuflado, listo para estallar al paso de un vehículo. Una táctica empleada muy frecuentemente en la guerra en Irak, sobre todo contra el Ejército norteamericano tras la invasión, pero no en los atentados de Europa.
Por otro lado, los ataques llevados a cabo hasta ahora han sido indiscriminados y con el único objetivo de matar al mayor número posible de personas. Esta vez han ido a por unos futbolistas y en una de las cartas de reivindicación se amenazaba con más ataques contra deportistas o «famosos». En París, los yihadistas ya intentaron atacar el estadio de Saint Denis durante un partido de fútbol al que asistía el presidente Hollande. Pero también en aquel caso se trataba de un atentado indiscriminado.
Desde Alemania (segundo país con mayor número de musulmanes en Europa), los especialistas locales están intercambiando información y experiencias con los investigadores de Francia (país con mayor número de musulmanes en el Viejo Continente), intentando afrontar juntos unos desafíos siempre más inquietantes. Los primeros indicios encontrados en Alemania, tras el atentado contra el autobús del Borussia Dortmund, tienen similitudes y novedades con respecto al «modelo francés» de yihadismo criminal. Las cartas descubiertas en las inmediaciones del atentado, «exigiendo» que Alemania retire las unidades de su arma aérea que realizan operaciones en los frentes sirio e iraquí sugieren una relación directa entre el comando o el «lobo solitario» instalados en Alemania, y los objetivos designados o sugeridos desde Daesh o Al Qaida. Sin embargo, el ataque de Dortmund sugiere una cada vez mayor improvisación por parte del voluntariado yihadista.