EL MUNDO, 9/9/11
Etxaide advierte sobre un acuerdo entre el PNV y el PP para que ‘nada cambie’
Critica que López ha tenido tiempo para abordar su reforma y no lo ha hecho
La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha apelado este jueves a la necesidad de «un pacto» entre el PSE y Bildu para «reformar las reformas fiscales» que en los últimos años han permitido que «cada vez el capital pague menos impuestos y toda la fiscalidad se soporte en las rentas de trabajo».
Etxaide ha hecho este llamamiento en una rueda de prensa celebrada en San Sebastián durante la que ha analizado la situación económica y política actual, ante la que LAB fijará sus principales líneas de actuación en una Asamblea Nacional el próximo día 22.
Durante su intervención, Etxaide ha considerado que «no sólo es posible sino que resulta necesario que haya un pacto para hacer una contrarreforma de la reforma fiscal» y ha admitido que «es posible» que Bildu y el PSE/EE «sean sujetos para construir ese pacto».
No obstante, también ha manifestado sus dudas sobre «la voluntad política real del PSOE» y «las palabras de Patxi López» de «abordar de forma real y efectiva» medidas de política fiscal, porque ya «han tenido la oportunidad» de llevarlas a cabo y «no han hecho absolutamente nada» al respecto.
«Creo que es necesario un acuerdo político» en este sentido, ha insistido Etxaide, quien sin embargo ha considerado que finalmente será «más probable» que se llegue a «acuerdos políticos en el sentido contrario» y finalmente se realicen, de mano del PNV y del PP, «modificaciones fiscales para que nada cambie».
Ha criticado en este sentido «que se pueda hacer una reforma constitucional en dos semanas y no se pueda llegar a un acuerdo sobre política fiscal para mejorar los ingresos de la Administración».
La sindicalista ha opinado asimismo que los dirigentes políticos «ganarían mucha credibilidad si hicieran una cosa que es posible hacer sin reformar mucho la legislación«, como es «luchar contra el fraude fiscal», algo que además de ser «una opción» también «es una obligación que no se hace».
Ha calificado de «escandalosa» la situación económica vivida este verano con un «sistema financiero especulando con la deuda pública» y «haciendo lo que le da la gana» mientras «los gobiernos son incapaces de controlar una situación, que se les ha ido totalmente de la mano» y profundizan en «medidas ultraneoliberales» que después de tres años han obtenido «el único resultado» de colocar a Europa «ante una nueva recesión».
Ha criticado también la reforma de la Carta Magna para limitar el déficit público porque, a su entender, convierte en «mandato constitucional» el hecho de que se dé prioridad «al pago de la deuda pública y sus intereses sobre los derechos a la sanidad y a unos servicios públicos dignos».
Etxaide ha lamentado también que tras la reforma constitucional dará «igual» por qué partido opten los ciudadanos en las elecciones, ya que el que llegue al Gobierno «estará constitucionalmente atado a las actuales políticas y eso garantiza que se pague el dinero que el BCE ha puesto para que el Estado español no sea intervenido».
A pesar de ello, ha señalado que «la clase política» tiene «la posibilidad y la responsabilidad de adoptar de una vez la decisión de cambiar el rumbo» de este tipo de «políticas» e iniciar «el camino hacia un nuevo modelo económico y social».
Ha alabado en este sentido la decisión de las fuerzas de izquierdas y abertzales vascas de acudir conjuntamente a las elecciones generales, ya que estas formaciones (la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Aralar) han dado prioridad a la defensa conjunta de los derechos de Euskal Herria en Madrid sobre sus «intereses partidistas».
Etxaide ha pedido, no obstante, a estas formaciones que «hagan suya la necesidad de defender la capacidad que tiene que tener Euskal Herria para decidir sus propias políticas económicas y sociales, así como la creación de «un marco vasco de relaciones laborales y sociales».
EL MUNDO, 9/9/11