EL PAÍS 15/10/13
El presidente del Grupo Planeta considera que el proyecto soberanista es inviable en una Europa que «o será federal o morirá»
· “La independencia es un mal irreparable para unos y otros”
· “Si Cataluña se independiza el Grupo Planeta se tendrá que ir”
El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, ha vuelto a arremeter contra el proceso soberanista en Cataluña. Aprovechando el almuerzo previo que organiza cada año con motivo de la concesión del Premio Planeta, Lara ha afirmado: «Tengo la información suficiente para saber que la independencia es imposible y lo saben todos». El empresario, que hace algo más de un año anunció que si Cataluña se independiza el Grupo Planeta se tendrá que ir, ha asegurado que «se solucione como se solucione, Cataluña saldrá mal. Pase lo que pase nadie nos ahorrará la fractura de la sociedad civil catalana».
Para Lara la gran pregunta es «quién pagará las pensiones o quién añadirá el dinero de la deuda pública el primer día después de la independencia». El empresario barcelonés, editor de La Razón y presidente de Antena 3, considera que el proyecto soberanista es inviable en una Europa que «o será federal o morirá». «¿Cómo va Europa a tratar este tema porque luego vendrán los corsos en Francia, los bavareses en Alemania… Estamos locos?», ha reflexionado. Lara ha pedido un diálogo sincero con España, «y no con ruidos y tambores. No estamos hablando de ideologías sino de sentimientos profundos; y todas las guerras han venido por eso; por ello es un tema que no se puede tratar en los medios de comunicación; se está hablando donde no se debe». El editor admitió que ya había hecho saber en Madrid, sin embargo, que «el 90 o el 95% de la población de Cataluña se siente maltratada por el sistema político y económico español», una razón más para reclamar una entente: «Quiero un diálogo de verdad».
Aunque no lo parecía, el encuentro tenía un substrato literario y editorial. Sobre el sector, se ha mostrado tan contundente como en lo político. De entrada, ha entonado una especie de mea culpa, extendido su crítica a las multinacionales del sector por el hecho de que no aparezcan grandes escritores en lengua castellana en América Latina como en los años 60 y 70. «Un autor no destaca si no tienes una gran editorial detrás; en la época del boom había sellos como Emecé, Suramericana, Diana… Hoy son nuestros o de Random House y otros grandes grupos y entre todos no hemos sabido potenciar la figura de editores locales ni tampoco les hemos pedido colaboración desde aquí».
También mostró Lara una mano tendida, pero a la vez muy firme, al gran monstruo de la distribución, Amazon: «Intentamos que sea un aliado si entra en las reglas del mercado del libro, como ya están haciendo Gogle y Apple; si es así será superbien recibido».
En un aspecto en el que viene insistiendo en los últimos dos años, para no desentonar cargó también duramente contra la piratería digital. «En España nos movemos en records, multiplicando por siete la piratería que se da en Francia; aquí no se ha hecho nada por la cultura de la propiedad intelectual». Asegurando que tiene la obligación «como primer grupo editorial en castellano» (un concepto que ha dejado caer un par de vez a lo largo de su comparecencia tras un 2012 que le ha dejado como octavo conglomerado en el ránking mundial) asegura que Planeta será el primero en ponerse al frente: «Cualquier euro que nosotros nos ahorremos en el tránsito de la edición en papel al digital irá al escritor y al consumidor, pero no dejaré que desaparezca ni un céntimo de los bolsillos de los beneficiados por la propiedad intelectual por culpa de las ediciones piratas; lo de los libros digitales lo resolvemos bien o moriremos todos».
El editor también se ha referido a la marcha de su negocio, que ha afirmado que está estrechamente vinculado a la lucha contra la piratería y a la evolución de la economía española. Tras la reclamación de que se redoble la lucha contra el primer problema, Lara ha asegurado que España empieza a salir «muy modestamente de la crisis». Esa tímida recuperación, ha agregado, está anticipándose en el mercado publicitario. El editor ha explicado que «tras 60 meses» de caída, en septiembre y octubre la publicidad, que «va por delante» de las tendencias del consumo, en televisión está ya estabilizándose. Puesto que el grupo ha realizado un esfuerzo de contención, ha proseguido, «cuando el mercado se recupere, todo irá a Ebitda [beneficio bruto de explotación]», ha remachado.
Esa posible mejoría en la economía lleva a Lara a plantearse retomar de nuevo la actividad inversora. Ello ocurrirá cuando haya cerrado con la banca acreedora la refinanciación de la deuda del grupo, de cerca de 1.000 millones de euros. Eso le permitirá llevar a cabo operaciones de mayor envergadura que las de los últimos años, cuando se ha hecho con la mayoría del capital de Edicions 62 o el 50% de Círculo de Lectores. Sin embargo, dijo, la prioridad ahora no es aumentar su participación del 45% en Antena 3 ni un cambio accionarial en Editis, a no ser que halle la oportunidad de una salida a Bolsa que «compensara». «Hemos ido haciendo cositas con cierta prudencia porque no estamos enloquecidos, pero estábamos algo más altos de deuda de lo que ahora se estila», ha afirmado.
En ese contexto de sinceridad, el presidente del grupo Planeta ha afirmado que el premio, cuya 62ª edición se falla la noche del martes en Barcelona, «no está amañado», y ha desmontado cualquier quiniela de nombres conocidos como favoritos. «A mí no me sale rentable que gane este premio un superventas porque tiene salida igual sin ganarlo». En cualquier caso, los preámbulos van sobre lo previsto: 478 novelas presentadas (46 más que el año pasado) a un premio de dotación estratosférica (601.000 euros) y en donde seis de los 10 finalistas están ocultos tras pseudónimo.