EL MUNDO – 04/01/15
· El Gobierno incluye en el currículo de ESO y Bachillerato que personas que sufrieron el terrorismo den su testimonio a los alumnos y trasladen «el relato auténtico» de lo ocurrido «en los últimos 50 años».
La historia «auténtica» del terrorismo de ETA será conocida en los institutos a través de la narración personal de quienes sufrieron sus consecuencias. Las víctimas participarán en acciones informativas y de sensibilización para divulgar entre el alumnado de Secundaria Obligatoria y de Bachillerato su «testimonio» y su relato de los hechos. El Ministerio de Educación ha introducido este proyecto en el currículo –que ayer publicaba el BOE– y las actuaciones se llevarán a cabo en colaboración con el Ministerio del Interior y la Fundación Víctimas del Terrorismo.
El Gobierno ha tomado a última hora la decisión –se trata de la disposición novena del real decreto– y la prueba es que esta misma semana el Grupo Popular registraba en el Congreso una proposición no de ley en la que, precisamente, se instaba al Ejecutivo a incorporar en el desarrollo curricular de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato «el papel desempeñado por las víctimas, como representantes de los valores éticos y democráticos frente al terrorismo». Finalmente decaerá, ya que en apenas unos días el Ejecutivo ha recogido la solicitud, pero en la exposición de motivos de esta propuesta está incluida la filosofía que ha inspirado políticamente la medida.
«El valor de la memoria», recoge el texto del PP, supone «la garantía última de que la sociedad española y sus instituciones no van a olvidar nunca a los que perdieron la vida, sufrieron heridas físicas o psicológicas o vieron sacrificada su libertad como consecuencia del fanatismo terrorista». «El recuerdo –añade– es un acto de justicia y, a la vez, un instrumento civilizador, de educación en valores y de erradicación del uso de la violencia a través de su deslegitimación social».
Por ello, el PP considera «fundamental en el conocimiento de la Historia de España» que se traslade a los estudiantes «el relato auténtico del terrorismo, lo que ha ocurrido en nuestro país en los últimos 50 años a través de los contenidos y de los testimonios de las víctimas, las cuales constituyen asimismo una referencia ética para nuestro sistema democrático».
Para hacerlo, además de su incorporación al programa de la ESO y de Bachillerato, el Grupo Popular apela a dos leyes. Por un lado, la Ley de 2011 de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, donde se regula que las administraciones educativas impulsarán planes y proyectos de educación para la libertad, la democracia y la paz, «en los que se procurará la presencia del testimonio directo de las víctimas».
Y, por otro, el precedente establecido ya en 2014 en el currículo de Primaria, que también ampara la celebración de acciones formativas y de sensibilización social con la colaboración de las víctimas y a través también de la Fundación de Vícti mas del Terrorismo.
Se trata de una organización, presidida por Mari Mar Blanco –muy cercana al PP– y que en las últimas semanas ha logrado otro compromiso del Gobierno. El pasado 18 de diciembre, el Grupo Popularintrodujo una enmienda de última hora en la Ley del Estatuto de la Víctima que obliga al juez de vigilancia penitenciaria a escuchar a los damnificados antes de realizar cambios en las circunstancias de la condena del preso. El cambio se produjo tras una reunión a principios de noviembre entre el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y Mari Mar Blanco, en el que la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo pidió esta modificación.
La aceptación de su propuesta ya se interpretó como un intento del Gobierno de reconciliarse con este sector de votantes y simpatizantes, decepcionados con algunas decisiones judiciales tomadas durante su mandato. La suspensión de la doctrina Parot, que supuso la liberación de decenas de etarras, u otras tan recientes como la excarcelación, a principios de diciembre, del histórico dirigente etarra Santiago Arróspide Sarasola, alias Santi Potros, y de Alberto Plazaola Anduaga, otro miembro de la banda, habían distanciado al mundo de las víctimas de ETA del PP. En las escasas cuatro semanas que han transcurrido desde las últimas excarcelaciones, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha aprobado dos cambios legislativos hechos prácticamente a medida de este colectivo y de las solicitudes de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
En los últimos actos del partido el presidente no se ha cansado de repetir que es fundamental recuperar a los votantes que en las últimas elecciones generales apoyaron al PP y que, en estos momentos, según apuntan las encuestas, se decantan por la abstención o el voto en blanco: 2,3 millones en el primer grupo y medio millón en el segundo, según los cálculos de Génova.
EL MUNDO – 04/01/15