A la vista de sus advertencias, no es descabellado suponer que un acuerdo de reforma estatutaria entre nacionalistas y socialistas será motivo de una ofensiva de ETA que, como novedad, incluiría entre sus objetivos a dirigentes jeltzales. El desprecio de los terroristas por el Parlamento probablemente no será compartido por muchos dirigentes de Batasuna, pero éstos son incapaces de reaccionar.
En el comunicado difundido ayer, ETA pone al descubierto buena parte de los argumentos en los que se ha centrado el debate interno que ha desarrollado a caballo de los años 2007 y 2008 y, al mismo tiempo, deja clara una amenaza inmediata que concierne al PNV y al PSE. La banda ha puesto sus cartas sobre la mesa.
La excusa del comunicado ha sido la celebración de las elecciones de mañana, pero en realidad la banda lo que hace es sacar a la luz todos sus fantasmas políticos. La organización terrorista está convencida desde hace tiempo, y así lo refleja en el texto de ayer, que el PNV va a pactar con el PSOE una reforma estatutaria dentro de la Constitución y no está dispuesta a permitirla. A la vista de sus advertencias, no es descabellado suponer que un acuerdo en esa dirección entre nacionalistas y socialistas será motivo de una ofensiva terrorista que, como novedad, incluiría entre sus objetivos a dirigentes jeltzales.
La banda, como una noria, intenta poner de relieve las «traiciones» del PNV a la causa nacionalista recurriendo a los hitos clásicos del desencuentro de ETA con los jeltzales: empieza con la decisión del PNV de participar en las primeras elecciones democráticas de 1977 y termina con los reproches por las conversaciones de Loyola. En medio, el PNV es presentado como responsable de la ruptura del diálogo de Argel, del fracaso del pacto de Estella y hasta de la última ilegalización de las siglas de la izquierda abertzale. Todo para poner en antecedentes a su público de la próxima «traición» que tendría el PNV en mente, la reforma estatutaria.
ETA, al llamar «Parlamento del fascismo» a la cámara que se va a elegir mañana, podría estar actuando como la zorra de la fábula que dice que están verdes las uvas que no puede coger. Pero también puede estar siendo coherente con una de las lecciones que sacó en el proceso de diálogo del año 2006. En documentos internos, ETA ha presumido de haber conseguido un «gran logro»: haber demostrado la inutilidad de las instituciones ya que, cuando Batasuna fue ilegalizada, los representantes del PSOE y del PNV tuvieron que acudir a negociar con ellos en una mesa extraparlamentaria. «Eso fue un logro nuestro», se jacta la banda.
El desprecio que los terroristas muestran ahora por el Parlamento probablemente no será compartido en su fuero interno por muchos dirigentes de Batasuna que son conscientes de lo que supone estar fuera de esa institución durante los próximos cuatro años, pero que, al mismo tiempo, son incapaces de reaccionar. El desdén que ahora refleja la banda en su comunicado se va a convertir en frustración para muchos de sus seguidores cuando se den cuenta de que estarán ausentes durante mucho tiempo de la toma de las principales decisiones que afectan al País Vasco.
Florencio Domínguez, EL CORREO, 28/2/2009