NACHO CARDERO-EL CONFIDENCIAL
- El presidente tiene el camino expedito para blindarse en la Moncloa otra legislatura. Gracias a su baraka y, sobre todo, gracias a Europa
Pero Pedro Sánchez es un hombre con suerte. La baraka que ha acompañado al presidente del Gobierno desde que dimitió como secretario general del PSOE y se lanzó carretera y manta con su Peugeot permanece intacta. Una crisis como la del coronavirus, tan letal que podría acabar con la carrera política de cualquiera, a Sánchez le va a poner en bandeja de plata la victoria en las próximas generales. Le va a permitir desplegar un abanico de medidas extraordinarias que, en otras circunstancias, serían impensables y que le harán llegar a final de legislatura con una economía luciendo pátina. ‘Cosas veredes’, querido Sancho.
Habrá vacunas de sobra: el oscuro plan de vacunación, principal escollo para la recuperación económica, se va aclarando conforme pasan los días. Las fechas marcadas en el calendario europeo comienzan a resultar verosímiles, y tanto el bajo ritmo de dosis inyectadas en la segunda quincena de enero como los problemas de ‘stock’ y logística parecen haber quedado solventados en febrero tras el aumento de producción y la llegada de nuevas vacunas.
Según los informes Arcano Economic Research, “incluso sin contar con la vacuna Janssen [Europa ha cerrado con estas farmacéuticas la compra de 200 millones de dosis], con las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca habría para vacunar a 53 millones de españoles. Con Janssen, potencialmente, habría 73 millones de vacunados en 2021, 1,5 veces la población española”.
El maná de los fondos europeos: a pesar de las dudas legítimas en torno a la distribución de los fondos europeos y la ejecución de los proyectos, y al mayor endeudamiento en que ha tenido que incurrir el Estado para adelantar un dinero que todavía no ha llegado, lo cierto es que los 27.000 millones de euros a fondo perdido que recibirá España de la UE este ejercicio suponen un chute de dopamina para la renqueante economía española.
Ya lo advertimos en este blog: la misma Europa que acabó con Varoufakis será la que salve a Sánchez y a Iglesias gracias a la apuesta de la UE por políticas expansivas de demanda frente a los criterios de sostenibilidad de las cuentas públicas que rigieron en anteriores crisis. Los hombres de negro ya solo son gris oscuro. El Ejecutivo tiene margen. El dinero de los fondos empezará a hacerse notar en el PIB español a partir del segundo semestre.
Más ayudas a empresas: después de haber tumbado sistemáticamente las propuestas llevadas por Yolanda Díaz a la comisión delegada en esa especie de ‘tour de force’ que la ministra de Trabajo mantiene con el ala más ortodoxa del Gobierno, por fin la vicepresidenta Calviño ha dado su brazo a torcer con nuevas ayudas —directas e indirectas— a las empresas para sortear la crisis. Entre ellas, según adelantaba Jorge Zuloaga, que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ofrezca quitas de deuda a pymes y autónomos.
El runrún de cascada de quiebras una vez acaba el dopaje económico ha obligado a los ‘ortodoxos’ a tirar de chequera y replantearse la cerrazón inicial. Eso y que no quieren parecer más papistas que el Papa después de que Alemania haya reconocido que no podrá cumplir durante años con la regla del llamado ‘freno de deuda’, recogido en la Constitución.
La única duda reside en saber si estas ayudas no llegan demasiado tarde y si se van a desplegar con mayor eficacia que la mostrada con el ingreso mínimo vital (IMV), que apenas lleva unos meses de vida y ya ha sufrido decenas de cambios normativos.
ERTE hasta diciembre: los ERTE siguen siendo el bálsamo de Fierabrás que han descubierto el Ministerio de Trabajo y los interlocutores sociales para orillar la debacle del mercado laboral. El mundo ideal para Yolanda Díaz pasaría por prolongarlos hasta diciembre de 2021 (la actual prórroga finaliza el 31 de mayo), aunque con menos incentivos y al albur de la evolución de la pandemia en verano ante la posible reactivación del turismo nacional y algo el internacional.
La idea choca de nuevo con Economía, donde consideran que los ERTE solo son eficaces cuando la recesión está acotada en el tiempo, cosa que no sucede con el coronavirus, y en economías de alto valor añadido, que tampoco es el caso de España, un país donde priman los sectores con una elevada temporalidad.
Felices años veinte: los expertos han acuñado la expresión ‘felices años veinte’ para referirse a los meses siguientes al final de la pandemia, una recuperación de la confianza que conducirá a una activación del consumo y la inversión. En román paladino, una orgía del gasto derivado del exceso de ahorro acumulado durante el confinamiento y las restricciones.
El tema es que si las vacunas funcionan, el escenario ‘felices años veinte’ también se adelantará, y con ello el turismo y la reactivación económica, con lo que cerraríamos un 2021 mejor de lo que apuntan los pronósticos, empezando por los del FMI.
“El Gobierno prevé para 2021 un crecimiento inercial del 7%, cifra que podría aumentar al añadirse el impacto de los 27.000 millones de euros de fondos europeos”, señalaba Pedro Sánchez en un artículo en ‘El Periódico’. El presidente tiene el camino expedito para blindarse en la Moncloa otra legislatura. Gracias a su baraka y, sobre todo, gracias a Europa.