Gorka Maneiro-Vozpópuli

No son progresistas sino reaccionarios. Y los siete años y un día que dura ya su gobierno, una condena para todos los españoles

Como forma de luchar contra los bulos con los que dice querer acabar y, sin embargo, fabrica y propaga, el Gobierno de España ha decidido impartir una clase magistral al respecto, de modo que todos sepamos cómo se construye y se difunde un bulo: y así, ha decidido hacerse eco y propagar él mismo una noticia falsa fabricada por El Plural, medio amigo y experto en la materia, de modo que pasemos de la teoría al ejemplo práctico, como en la formación dual, que combina la formación teórica y las prácticas remuneradas.

El bulo consiste en hacer creer a la opinión pública que un agente de la Unidad Central Operativa (UCO), órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil, el capitán Bonilla, pretendía colocar una bomba-lapa a Pedro Sánchez; más concretamente, según nos ha explicado la portavoz del Gobierno de España, Pilar Alegría, que ha querido completar la falacia con su propia mentira, bajo el coche oficial del presidente, por si había dudas acerca del uso habitual que se le da habitualmente a la bomba-lapa. Con ese objetivo, el pseudomedio al servicio del PSOE se hizo con una conversación privada, de esas que no deben filtrarse, entre el capitán Bonilla y un confidente, de fecha 2021, y, tras suprimir, recortar y alterar burdamente partes de ella, publicó el producto final perfectamente manipulado, para, de ese modo, tratar de vendernos la idea de que la Guardia Civil quería asesinar a Pedro Sánchez. En este punto de deriva democrática nos encontramos. Y porque el objetivo del sanchismo es doble: por un lado, que demos por ciertas sus mentiras; y, por otro lado, que demos por falsas las verdades de las que nos informan los medios y que afectan a su Gobierno, incluidas sus corruptelas ante las que callan sus socios, esos que vinieron a salvarnos de la corrupción política y se han convertido en sus valedores. A estas alturas de la legislatura más penosa de nuestra historia democrática, es, seguramente, su única forma de salvarse y permanecer en la Moncloa: enfangarlo todo y utilizar el bulo como forma de acción política; o eso piensan los fontaneros que habitan en sus cloacas.

Se inventa lo que no existe para desprestigiar a la Guardia Civil porque es precisamente el instituto armado el que está investigando algunas de sus corruptelas y escándalos

El escándalo es mayúsculo pero ha habido tantos que pronto se convertirá en uno más de entre esa lista inabarcable de escándalos protagonizados por el Gobierno de España y que afectan a todos los ámbitos en los que tiene competencia: desde la políticamente corrupta amnistía, por muy constitucional que supuestamente sea, hasta la última de sus mentiras. Y es mayúsculo porque, en este caso, no es que el Gobierno de España denuncie una mala actuación de un guardia civil para depurar responsabilidades sino que, justo al contrario, se inventa lo que no existe para desprestigiar a la Guardia Civil porque es precisamente el instituto armado el que está investigando algunas de sus corruptelas y escándalos. Y, a continuación, como parte de la misma estrategia, nada menos que tres ministros se dedican a propagarlo a sabiendas de que lo que se cuenta es pura fantasía. Y cuando saben que ya todos sabemos que la noticia falsa es un bulo de esos que fabrica el Gobierno de España y propagan sus medios afines o viceversa, en lugar de disculparse, pedir perdón y dimitir, se mantienen en silencio o reinciden en la falacia. Ellos son Óscar López, Pilar Alegría y María Jesús Montero, tres de los peores ministros de nuestra historia y candidatos socialistas en Madrid, Aragón y Andalucía, dispuestos siempre a seguir haciendo el ridículo y superarse a sí mismos, por imposible que parezca. Pero este es el nivel de los ministros de Sánchez y este es el modus operandi del PSOE, convertido en una mafia al servicio de su líder, caiga quien caiga.

  • Nadie lo creyó salvo su propia hinchada política y mediática, y aquella performance, la madre de todas las falacias, inició una etapa en la que el PSOE decidió, para mantenerse en el poder

Cuando el PSOE se vio acorralado por sus propias mentiras y algunas de sus corruptelas propias o familiares, Sánchez protagonizó uno de los episodios más vergonzosos de nuestra democracia y se tomó cinco días de asueto remunerado para hacernos creer que reflexionaba sobre si seguir o no seguir siendo presidente de España. Trató de ganar tiempo, desviar la atención, cerrar filas socialistas y victimizarse. Para, en lugar de dar miedo, dar pena. A su vuelta, prometió liderar una lucha sin cuartel para la regeneración de la democracia y acabar con las noticias falsas que, según él, fabrican y publican la extrema derecha y sus medios afines y sufre cruelmente la izquierda por él representada, víctima inocente de la fachosfera en la que nos ubican a todos. Obviamente, nadie lo creyó salvo su propia hinchada política y mediática, y aquella performance, la madre de todas las falacias, inició una etapa en la que el PSOE decidió, para mantenerse en el poder, utilizar todos los medios a su alcance: crítica a los medios críticos, acoso a los jueces independientes y desprestigio de la Guardia Civil por atreverse a investigarlos; en lo estrictamente político, sin novedades: concesión de todas las cesiones que fueran necesarias ante los independentistas y restantes minorías plurinacionales. Y ahora, en el momento en que más débiles se encuentran, es cuando pueden ser más peligrosos. La última muestra es la creación de este bulo, nada menos que un probable magnicidio.

El PSOE, vampirizado por sus socios y por el propio Sánchez y sus lacayos, se ha convertido en una cloaca de donde surgen los peores bulos imaginables. Y es una desgracia porque España necesita una izquierda decente

Según la RAE, un bulo es una noticia falsa propagada con algún fin; y una cloaca es un lugar sucio e inmundo, el conducto por donde van las aguas sucias o las inmundicias de las poblaciones. El PSOE, vampirizado por sus socios y por el propio Sánchez y sus lacayos, se ha convertido en una cloaca de donde surgen los peores bulos imaginables. Y es una desgracia porque España necesita una izquierda decente. Hoy se cumplen siete años y un día desde que Sánchez prometió cumplir y hacer cumplir la Constitución Española. Siete años dice el presidente de gobiernos progresistas. Es, sin duda, otra mentira. No son progresistas sino reaccionarios. Y los siete años y un día que dura ya su gobierno, una condena para todos los españoles.

Gorka Maneiro, exdiputado en el Parlamento Vasco y analista político.