EL CONFIDENCIAL 15/06/16
· Fue una «reunión informal», lejos del Parlament y de miradas indiscretas, organizada por el diputado soberanista Lluís Llach y con la mano derecha de Colau, Gerardo Pisarello
¿Se puede convocar una reunión de una comisión parlamentaria fuera del Parlamento? Al parecer, sí. Eso es lo que ocurrió en Cataluña el pasado día 7 a solo unas horas de que comenzara la campaña electoral en España: la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente (CEPC), que preside el diputado Lluís Llach, de Junts Pel Sí (JxS), convocó una “reunión informal” fuera de la sede parlamentaria -y lejos de miradas- para tentar a los partidos que participan en las confluencias de Podemos. Representantes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), de Òmnium Cultural y de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) se reunieron discretamente con miembros de la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente para hablar de la hoja de ruta soberanista y de cómo enfocar la estrategia durante los próximos meses.
Y es que los puentes con otros partidos no netamente independentistas son imprescindibles si los soberanistas quieren salvar el ‘procés’. Su meta es tener el 50% más un voto para justificar una declaración unilateral de independencia. Por tanto, su prioridad ahora es atraerse a sus posicionamientos a los votantes indecisos, a los abstencionistas y a los que, siendo independentistas, votan a otros partidos por cuestiones ideológicas. Con ellos, podrían llenar la mochila del independentismo y forzar la ruptura unilateral con España.
En esta estrategia, uno de los aliados imprescindibles es Podemos y los partidos que conforman las confluencias con la formación de Pablo Iglesias. Y con Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) y Barcelona en Comú (BeC), las dos marcas podemistas que concurrieron a las elecciones autonómicas y municipales, se han tendido puentes para intentar el entendimiento. A esta reunión, sin embargo, no fueron invitados de forma oficial los representantes de CSQEP ni del Partido Popular (PP), que son los grupos que la conforman, junto a JxS y la CUP. Ciutadans y el PSC no forman parte de esta comisión.
El Confidencial ha podido confirmar que se trató de “una reunión no oficial” que propiciaron el presidente de la comisión, el diputado Lluís Llach (JxS) y Gabriela Serra (CUP). Y lo más sorprendente: los invitados estrella fueron el también diputado Joan Josep Nuet y el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello.
Encuentro oculto a las cúpulas
El detalle más importante es el secretismo del encuentro. Según manifestaron algunas fuentes a este diario, la cúpula de Podemos no estaba al tanto del encuentro de Pisarello con los soberanistas. Los partidos independentistas, según confirmaron fuentes solventes a este diario, querían conocer la opinión, como constitucionalista, del teniente de alcalde sobre el proceso y la hoja de ruta separatista, pero también su valoración como dirigente de BeC. Pisarello es la persona de confianza de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Respecto a Nuet, según las mismas fuentes, asistió sin que hubiese una comunicación oficial a sus compañeros y componentes de la comisión, Lluís Rabel y Joan Coscubiela. No hay que olvidar que Nuet es coordinador general de Esquerra Unida i Alternativa, EUiA (que en realidad es la transposición de IU en Cataluña), y es miembro del consejo político federal de IU. Las dos invitaciones se sitúan, pues, en el terreno del establecimiento de alianzas tácticas para llevar adelante la hoja de ruta rupturista que prevén tanto JxS como las entidades cívicas soberanistas.
Una sede “neutral y discreta”
Por si fuera poco, la discreción con que se convocó a estos invitados hizo que se buscase un lugar “neutral”, y se escogió nada más y nada menos que la sede de Òmnium Cultural para que no hubiese filtraciones a la prensa. Las fuentes consultadas subrayan que la invitación forma parte de la estrategia puesta en marcha hace meses por el bloque soberanista para intentar atraer a las formaciones que son partidarias del derecho a decidir. Los propios representantes de la CUP lo dijeron durante el pleno que rechazó los Presupuestos.
El diputado republicano Joan Tardà también hizo ayer un llamamiento a Podemos para que se sume al proceso constituyente catalán “al día siguiente de las elecciones”, porque “el PP volverá a ganar”. Tardà, que va de número dos de ERC por Barcelona, recordó: “Nosotros hemos votado siempre al lado de IU en el Congreso. Ahora les pedimos que sean solidarios con nosotros”.
¿Por qué la opacidad?
Por otra parte, una cumbre de estas características estaba obligada a celebrarse con total discreción, ya que tanto el contexto como los integrantes de la misma, revelando su contenido soberanista, podían interferir en las estrategias de los grupos políticos. La filtración de conversaciones, aunque sean informales, entre el bloque soberanista y Podemos (o al menos entre representantes de las organizaciones de las confluencias) también podría suponer un quebranto en las filas de Podemos, ya que esta formación ha venido transmitiendo una deliberada ambigüedad sobre su posicionamiento respecto al proceso independentista. Solo el pasado sábado, Pablo Iglesias fijó sus prioridades en Barcelona y prometió que si consigue ser presidente del Gobierno español, permitirá la celebración de un proceso independentista.
Hay otro detalle que deja traslucir esta cumbre: es algo más que una reunión informal, como se apunta en algunos círculos. Por ello hubo un intento de opacidad para ocultarla a la opinión pública. Además, subraya el papel más relevante que quiere jugar Òmnium Cultural, que hasta ahora se había limitado a ser compañera de viaje de la ANC y del Gobierno catalán. Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, se reunió precisamente ayer con la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, en un primer encuentro oficial entre esta entidad cívica y la Cámara catalana, ya que la nueva dirección de Òmnium fue elegida el pasado mes de diciembre. Tras el encuentro, Cuixart reclamó “unidad de acción” para mantener la hoja de ruta del 27 de septiembre.