La eterna y eficaz ex alcaldesa de Valencia fue clave, con Soria, Arenas y Camps, en la destrucción del PP de Aznar en el congreso búlgaro de 2008. De los que oficiaron el entierro de la Derecha y su sumisión a ZP y Prisa sólo queda políticamente vivo Arenas. Y Matas lo ha denunciado ante el fiscal por entregarle el sobre con las condiciones de adjudicación fraudulenta de un hospital.
Los dirigentes del PP que, con Rajoy y Soraya a la cabeza, llevan cobrando muchos años sobresueldos en negro, piden la cabeza de Rita. El PSOE, acusado ayer mismo de robar 731 millones de euros sólo en los ERE, pide la cabeza de Rita. Los catalanistas financiados durante décadas por el lladre Pujol piden la cabeza de Rita. Y Podemos, que recibió millones de dólares del narcorrégimen chavista y de quienes recordamos los 400.000 dólares ocultados al fisco por Monedero, la beca black de Errejón, los pagos en negro de Iglesias a sus empleados de La Tuerka en Ispan TV, cadena financiada por Irán, o el fraude a la Seguridad Social de Echenique, también piden la cabeza de la investigada Rita. Barberá.
Pero hay otra Rita municipal, la Maestre de Madrid, que no ha sido investigada sino condenada por asaltar una capilla con cura y feligreses dentro, a los que amenazó de muerte gritando «arderéis como en el 36». Prometió que si era condenada dimitiría. No lo ha hecho. Pero ha ascendido a su padre a un sueldo que superará los 50.000 euros por los que procesan a los 50 militantes del PP de Valencia. Si la Rita del PP fuera de Podemos como la otra Rita, o como la Carmena del marital alzamiento de bienes y el pago de piso en negro, sería Santa Rita. Detesto el «y tú más», pero, en este caso, en esta Rita, sí, muchísimo más.