EL CONFIDENCIAL 02/08/16
· Tanto Ferraz como el PSE y el PSdeG reconocen que el adelanto de las autonómicas «reafirman» a Sánchez en el no a Rajoy. Las dos federaciones están «tranquilas» porque saben que no habrá cambio
Si ya era muy difícil que el PSOE transitara del no a la abstención para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, ahora ya parece una operación completamente imposible. Con dos elecciones autonómicas en dos territorios históricos como Euskadi y Galicia en menos de dos meses, lo que cabe a los socialistas es aferrarse al voto contrario, y no sacar un pie de la baldosa. Ni aun en el hipotético caso de que el PP lograra seducir a Ciudadanos. La propia dirección federal reconoce sin ambages que las dos convocatorias electorales «reafirman» a Pedro Sánchez en su mensaje: «No es no» y hasta el final. De no conseguir aliados por otras vías, Rajoy puede encontrarse con que su reelección se torna inviable hasta octubre, cuando se cumpla un año de la disolución de las Cortes para las generales del 20-D.
Ya el pasado viernes, cuando el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció el anticipo electoral de las autonómicas vascas al 25 de septiembre, se percibía dentro del partido un clima de lógica confirmación del no. Ambiente que se consolidó ayer lunes cuando el presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, ratificó lo esperado, que las gallegas se celebrarán también el 25-S. La tercera vez en la que ambas citas coinciden, después de las elecciones de 2009 y 2012.
· «Si antes no había apenas asomo de duda, ya sí que no hay ninguna. Con dos elecciones a la vista, no hay posibilidad de abstención», subrayan desde el PSdeG
Tanto en Ferraz como en las federaciones gallega y vasca -ambas muy próximas a Sánchez- se insiste en que los dos procesos, la investidura del próximo presidente del Gobierno y las autonómicas en dos territorios, no están «condicionados». Pero también se admite que las dos citas electorales «reafirman» el voto contrario al PP y a Rajoy. «Ese no era la posición fijada por el comité federal, que ahora se consolida -asegura una máxima dirigente del PSdeG-. Pero ya no hay absolutamente ninguna duda de que no nos abstendremos. Si antes no había apenas asomo de duda, ahora sí que no hay ninguna. Con dos elecciones a la vista, y en tan poco tiempo, no hay posibilidad alguna». Más aún, la confirmación del voto no servirá a los candidatos en Euskadi y Galicia, Idoia Mendia y Xoaquín Fernández Leiceaga, para subrayar la «coherencia» del PSOE. Una poderosa baza, además, frente a Podemos, primera fuerza en el País Vasco en papeletas y escaños en las generales del 26-J, y En Marea, severo competidor de los socialistas en Galicia. «Es lo que hemos defendido siempre, y no nos podrán atacar por ser la muleta del PP», añade esta fuente.
Ni la cúpula del PSE ni la gestora que pilota el PSdeG han elevado por ahora ninguna petición a Ferraz para que el no se mantenga incólume hasta pasado el 25-S. Con ambas federaciones el diálogo es fluido y las jefas de ambas, la vasca Idoia Mendia y la gallega Pilar Cancela, son dos mujeres de la confianza del secretario general. Dicho de otra forma, no son de las que engrosan el bando de los críticos, aunque su peso orgánico es mucho menor que el de otros territorios más potentes que, además, están gobernados por presidentes socialistas, como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias y Valencia. «No ha hecho falta hablar con Ferraz. Nos basta con la palabra del secretario general. Cuando nos reunimos con él -asegura esta máxima responsable del PSdeG-, a principios de julio, ya estaba claro todo, y ahora no hay indicio de que la posición vaya a cambiar». «Yo sigo convencido de que no nos íbamos a abstener ni en la hipótesis de que el PP sumara 169 o 170 escaños [con los 32 diputados de C’s y la representante de Coalición Canaria], pero ahora con las vascas y gallegas, menos», apuntaba por su parte un alto cargo de la ejecutiva de Mendia. En resumen: el PSE y el PSdeG se confiesan «muy tranquilos» y están seguros de que no habrá ningún paso en falso del secretario general que pueda dañar sus expectativas electorales, nada boyantes en ninguno de los dos casos.
En la dirección federal admiten que los dos comicios «refuerzan los argumentos» del líder a la hora de mantener su no hasta el final
La impresión de que, más que nunca, el no será inamovible, cunde en el PSOE, y basta preguntar a las cúpulas de varias federaciones, incluso entre las más alejadas de Ferraz. En la sede federal, por descontado, asumían este lunes fuentes oficiales que la convocatoria de las vascas y gallegas hace a Sánchez «reafirmarse en el no», y le «refuerza en sus argumentos«. El mismo parecer expresaban distintos responsables de la ejecutiva y de la dirección del grupo parlamentario. Análisis coincidente, pues: el hipotético viraje a la abstención, que tanto defiende la vieja guardia -empezando por el expresidente Felipe González, y siguiendo por los barones críticos, aunque solo lo explicite el extremeño Guillermo Fernández Vara-, se da ya prácticamente por imposible. Y menos antes del 25-S.
· Feijóo justifica su decisión porque «si uno pide seriedad y responsabilidad» lo consecuente es que las autonómicas coincidan con la cita electoral en Euskadi, anunciada el viernes por Urkullu
No obstante, antes de que Feijóo confirmase la disolución del Parlamento de Santiago, Sánchez había trasladado a sus dirigentes más cercanos que el no era firme, indica a El Confidencial una dirigente de primer nivel que conversó con él este fin de semana y que interpreta que, «efectivamente», el rechazo al PP será ahora más vehemente. Que en el fondo se ligue la gobernabilidad de España a dos nuevas elecciones es, para otros, en cambio, una «irresponsabilidad«.
Incluso los territorios que se muestran más proclives a contemplar la dolorosa salida de la abstención se guardarán mucho antes de reclamar un cambio en principio impopular en las bases del PSOE. El partido siempre se reagrupa en torno a sí mismo cada vez que se acercan elecciones, pese a todas las tensiones internas, y esta vez apunta a que sucederá lo mismo.
En realidad, la fijación en el calendario de las vascas y gallegas condiciona a todos los partidos, pues toda cercanía de urnas amarra a todos los líderes a su posición de origen. Por eso se antoja difícil que Albert Rivera, el otro aliado necesario de Rajoy, transite de la «abstención técnica» en segunda votación al sí, máxime si ve que el PSOE no pasa a la abstención y, en consecuencia, el riesgo de terceras elecciones permanece activo.
Implicación del líder en la campaña
Así, las pretensiones del presidente en funciones de lograr la investidura a finales de este mes saltan por los aires. El Gobierno situaba como fecha última posible para garantizar la aprobación del techo de gasto y los Presupuestos de 2017 el viernes 26 de agosto para la segunda votación. Claro que aún está por ver que Rajoy, si ve que no tiene los apoyos, se atreva a ir a la investidura, como le exigen tanto PSOE como Ciudadanos. De hecho, el primer compromiso que este martes quiere arrancar Sánchez del jefe del Ejecutivo en funciones, en su entrevista en el Congreso, es que le aclare de una vez por todas si solicitará la confianza de la Cámara, y en qué plazos, aun no disponiendo de los respaldos necesarios para hacer posible su reelección.
Sánchez se reúne este martes con Rajoy en el Congreso y quiere que responda si se compromete a ir a la investidura aunque no tenga apoyos suficientes
Los socialistas no están fuertes en ninguno de los dos territorios. En Euskadi, según el último Euskobarómetro, el PSE podría bajar de 16 a 9 escaños. En las últimas generales, aguantó como tercera fuerza, con un 14,24% de los votos y tres escaños, por detrás de Unidos Podemos y PNV. En Galicia, el PSdeG recuperó la segunda posición en papeletas (22,25%) y diputados (6). En diciembre, empató en parlamentarios con En Marea, pero esta le venció en votos. En los dos territorios, el PSOE presume de acudir a las urnas con «los deberes hechos«, frente a sus rivales, que no tienen elegidos «ni proyecto ni equipos». En Galicia, por ejemplo, En Marea, Podemos y C’s no tienen candidato, y en el País Vasco, PP y Podemos confirmaron ayer lunes a sus cabezas de cartel, el ministro Alfonso Alonso y Pili Zabala. «Y eso nos viene bien«, se relamían en la gestora tutelada por la diputada nacional Pilar Cancela.