EL CORREO – 13/06/14
· La fallida apuesta del exlehendakari por Díaz y las dudas que genera el diputado entre algunos cargos descolocan a los socialistas vascos.
Si a los socialistas vascos les hubiesen planteado hace unos años la hipótesis de que a su secretario general le estuviesen insistiendo desde diferentes puntos de España para ser el nuevo líder del PSOE y que el candidato con más opciones para serlo sería su cabeza de lista por Bizkaia, el éxtasis en las filas del PSE sería inmenso al plantearse una posibilidad histórica. Pero convertido en realidad, el sueño se está enturbiando. La fallida apuesta de Patxi López por Susana Díaz y las dudas que genera Eduardo Madina entre algunos de sus compañeros está sembrando el desconcierto en un partido que no sabe a qué carta quedarse.
La sensación de incertidumbre comenzó a instalarse entre los socialistas cuando constataron hace ya muchos meses que Madina estaba dispuesto a competir en las primarias previstas para noviembre con el fin de designar al futuro candidato electoral. La participación de López se daba por hecha, así que muchos empezaron a vislumbrar un duelo que hasta hace no demasiado parecía imposible y que podría abrir una fractura en el partido. Los esfuerzos de algunos dirigentes para que compartieran cartel cayeron en saco roto.
Pero ese escenario se ha enredado aún más en sólo dos semanas. La debacle en las europeas motivó la renuncia de Alfredo Pérez Rubalcaba y la convocatoria de un congreso extraordinario para julio. López también presentó su renuncia y quedó descartado. O al menos eso parecía, sobre todo, cuando de forma sorprendente apoyó a Susana Díaz.
El respaldo a la presidenta de la Junta cogió con el pie cambiado a buena parte de los cargos y militantes del PSE, que no acababan de entender por qué el secretario general ofrecía un aval tan explícito a la dirigente andaluza habiendo un aspirante vizcaíno. La sensación de desconcierto se visualizó en el comité nacional de la semana pasada cuando algunos cargos confirmaron su intención de respaldar a Madina y no a Díaz. Uno de ellos fue Mikel Torres, aunque en ese gesto hay mucho de cercanía personal con el diputado por Bizkaia. En un ambiente algo confuso, otros dirigentes reprocharon al alcalde de Portugalete que también él se posicionase tan claramente por un aspirante.
Pero el rizo se rizó el miércoles, cuando Díaz anunció que, al final, no se presentaba. Al parecer, tanto López como el resto de barones territoriales que habían intentado convencerla se enteraron cuando la presidenta andaluza lo desvelaba por la radio. Para echar más sal en la herida, el anuncio le cogió a López volando hacia Sevilla donde había quedado a almorzar con la propia Díaz.
Ante el busto de Rubial
Su retirada provocó un shock en el entorno de López, que seguía convencido de que era la mejor opción para cohesionar el partido. Aunque desde la dirección del PSE se insiste en que no ha quedado «tocado» y en que su apuesta por Díaz era personal y sólo buscaba «lo mejor para el partido», la realidad es que su situación ha quedado algo comprometida. Fuentes del PSE descartan que López ofrezca ahora a Madina un respaldo tan explícito como el que dio a Susana Díaz.
Saber qué van a votar los algo más de 2.000 militantes con que cuenta el partido socialista en Euskadi es imposible de saber. Lo lógico es que apoyen a Madina, pero está por ver. El diputado vizcaíno anunciará hoy su candidatura en una rueda de prensa en el Senado junto al busto de Ramón Rubial, un gesto simbólico que los socialistas vascos difícilmente podrán obviar.
Sin embargo, Madina nunca ha acabado de empatizar demasiado con parte del organigrama y los militantes del PSE. Aunque tiene importantes apoyos, un sector relevante del partido siempre le ha visto como un político más centrado en Madrid que en Euskadi, que ha hecho una apuesta demasiado personalista que puede perjudicar al PSOE y que ha dejado en mal lugar a López.
Madina fue responsable de las juventudes del PSE, pero nunca ha ocupado un cargo público en el País Vasco, no ha sido concejal ni juntero ni parlamentario. Con apenas 28 años fue nombrado diputado, siendo uno de los ‘protegidos’ de José Luis Rodríguez Zapatero. Y ese perfil es el que algunos compañeros del PSE nunca han acabado de ver demasiado bien. En teoría, la buena relación que mantenían López y Madina cosía todas las fracturas. Al menos hasta ahora.
Es decir, Madina va a tener que pelear hasta el último voto en Euskadi. Lo que ocurra a partir de ahora no está del todo claro. Desde el PSE se admite que la situación general del PSOE es de tal convulsión que todos los escenarios son factibles. En principio, sólo habrá dos candidatos con opciones: Madina y el madrileño Pedro Sánchez. No se descarta una tercera vía encabezada por algún otro aspirante, pero cada vez es más improbable.
¿Qué puede pasar? Los socialistas más veteranos echan mano de un ‘mantra’ habitual en el partido: el que a los congresos se llega con el hacha de guerra, pero que se entierra una vez superado el cónclave. Y hay quien recuerda que no es la primera vez que ocurre algo parecido. En 2000, Rosa Díez intentó liderar el PSOE. Y la mayoría del PSE votó a Zapatero.
EL CORREO – 13/06/14