EL PAÍS 08/07/13
· El peso del bloque de PNV y EH Bildu no se traduce en grandes acuerdos
Los primeros seis meses de debate de la Cámara vasca, que ha cerrado su primer periodo de sesiones salvo para contadas cuestiones en las que se trabajará en julio, no se han caracterizado precisamente por el perfil nacionalista del Parlamento. El retorno de la mayoría nacionalista tras las elecciones autonómicas no se ha traducido en grandes acuerdos entre el PNV y EH Bildu, que juntos suman 48 parlamentarios, los suficientes para arrasar en votaciones de carácter identitario.
El PNV, más centrado en el día a día de la crisis que en los debates soberanistas —ha aplazado la creación de la ponencia parlamentaria de autogobierno, prometida por Urkullu para el primer semestre de su mandato—, se ha dedicado a pactar jueves tras jueves con todos los grupos para evitar perder votaciones y a apoyarse en el PSE y el PP en cuestiones relativas a la paz.
Mientras, los acuerdos con EH Bildu no han sido ni mucho menos mayoritarios. Ambos grupos han logrado sacar adelante cuestiones como la derogación del Día de Euskadi fijado por ley con los votos de PSE, PP y UPyD en la pasada legislatura, y la petición de repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero la falta de sintonía se ha vislumbrado en debates como el de la oficialidad de las selecciones vascas que, siendo secundarios, han sido ilustrativos de la falta de sintonía entre la coalición y el partido de gobierno en cuestiones que tocan la soberanía.
Ayer, durante un balance del primer periodo de sesiones de EH Bildu, la coalición reconoció a través de su segundo portavoz, Julen Arzuaga, que el bloque nacionalista “no ha desplegado todas sus capacidades” y llegó a decir en euskera que están dispuestos a sumar la fuerza de sus 21 escaños para que la balanza se equilibre hacia su lado. Laura Mintegi indicó que es “incomprensible” que el Ejecutivo “no se apoye en la mayoría nacionalista” para hacer frente a cuestiones como el copago o la ley Wert, obligadas por el Gobierno central.
Arzuaga se centró en los trabajos de la ponencia de paz, un espacio en el que el PNV está en medio de las otras dos fuerzas presentes, EH Bildu y PSE, y en el que, hasta la fecha, los jeltzales se han inclinado por avanzar de la mano de los socialistas, aunque en la última reunión fue el PSE el que pareció quedarse solo. El portavoz subrayó que “si hay una mayoría social, hay que buscar la mayoría política para dar pasos en la normalización” y señaló que la mayoría es necesaria porque el consenso entre todos los partidos es “desafortunadamente imposible” ese campo.
Su mano tendida llegó después de un largo listado de críticas hacia el Gobierno de Urkullu, al que Mintegi acusó de “ralentizar los tiempos” en una situación de “emergencia” y de haber “priorizado su estabilidad” por encima de las necesidades de la ciudadanía. Arzuaga también achacó al Gobierno el “inmovilismo” del Ejecutivo central en torno a los presos de ETA, una situación causada por la “corrección” de Urkullu hacia un Rajoy que se ha sentido, indicó, “cómodo” por la falta de exigencias.