Opinión, EL MUNDO, 17/6/11
EL PROTAGONISMO otorgado a la coalición Bildu y la legitimidad regalada por el Tribunal Constitucional empujado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero han roto el intento de consolidar una cultura de la paz en la que la violencia quedara absolutamente enterrada. Pero la gestión política del último proyecto surgido de Batasuna ha colocado de nuevo a las víctimas del terrorismo en una complicada situación. La continuidad entre Batasuna y Bildu con el señuelo de Sortu resultaba evidente para millones de ciudadanos y también para el Tribunal Supremo pero sólo encontró un nítido apoyo político en el PP vasco. Por eso no es de extrañar que voces tan cualificadas como la de Maite Pagazartundua denuncien que se haya quitado voz a las víctimas del terrorismo. La presidenta de la Fundación de las Víctimas del Terrorismo va más allá y acierta al diagnosticar que el cansancio ante la violencia terrorista deviene en un síndrome que convierta en prioridad que todo concluya, sea como sea.
Opinión, EL MUNDO, 17/6/11