EL MUNDO 6/06/13
San Gil: «¿Qué sociedad somos que estamos más cerca de los verdugos que de las víctimas?»
Las víctimas del terrorismo dieron anoche un grito rotundo y seco, entre la tristeza y la rabia, contra el Gobierno y la oposición, y pidieron a las bases de los partidos que se levanten en su defensa. La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, «cansada», como dijo que estaba, llegó a «acusar» a los políticos de ser los culpables «de que mi hija no esté aquí». Se refería Pedraza a que, después de casi 50 años de sufrir el terrorismo «en este país, la Justicia no se cumple».
Se lamentó haber pasado de ser «un referente moral a ser los repudiados y los incómodos» y advirtió de que seguirán luchando «aunque por el camino tengan que caer políticos». «Que se aparten y dejen paso a la justicia», dijo tras denunciar que sólo les interesa seguir en sus cargos.
María San Gil, ex presidenta del PP vasco, también protagonista del acto, les acusó de «haber sucumbido a una corriente de relativismo que hace que nos pongamos de perfil». «¿Qué tipo de sociedad somos que estamos más cerca de los verdugos que de las víctimas?», exclamó.
Esta intensa manifestación de protesta se produjo en la presentación del libro Cuando la maldad golpea que, auspiciado por la Fundación Villacisneros, recoge los testimonios de 11 víctimas de ETA y del 11-M para mostrar «las consecuencias de lo que se ve tan fríamente» y recordar sobre todo cómo vivieron».
«Son víctimas», en palabras del presidente de la Fundación, Iñigo Gómez Pineda, «por haber sido asesinadas por quienes han querido acabar con España y sus libertades». En ese planteamiento, en el que siempre se hizo muy presente la sensación de que hay un empeño en pasar página, San Gil, autora del prólogo, se preguntaba: «¿Pero qué han pactado?». La que fuera dirigente popular denunció que «queremos olvidarnos de que hemos vivido 50 años de terrorismo y de que hay 858 víctimas –1.000, precisaría Pedraza–, y no hay nada más mezquino que contar una historia que no es, sólo para que los verdugos se sientan cómodos».
Según María San Gil, y en contra del criterio del Gobierno, «ETA no ha sido derrotada» porque «no hay un solo etarra que haya pedido perdón» mientras hay miles de representantes de «ETA, Batasuna y Bildu» en las instituciones «a los que tratamos como si fueran demócratas». «El mal sólo triunfa si los buenos no hacen nada», recordó, y ahí le tomó la vez la presidenta de la AVT.
Pedraza se quejó amargamente de que no les hagan caso, de que siempre vayan a sus actos los mismos políticos –estaban los diputados del PP Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo– y añadió con dureza: «¿Qué tenemos que hacer? Hemos pasado de ser un referente moral a ser los repudiados. Siempre se dice que no nos tomamos la justicia por nuestra mano, pero esto no cambia lo que tenemos que hacer. No tenemos fuerzas ni medios. Nunca quisimos tener la condición de víctimas, pero los somos y vamos a luchar. Estoy harta de callar y esperar justicia porque veo que en este país la justicia no se cumple». El minuto de silencio «por quienes no pueden estar aquí» fue emocionante y terrible.