Las víctimas en Navarra del terrorismo de ETA levantaron ayer la voz al unísono. Prácticamente la totalidad de ellas firmaron un documento en el que plantan cara a lo que consideran que es una manipulación de ellas por parte del Ejecutivo foral que forman Geroa Bai y EH Bildu y apoya Podemos.
El conflicto entre las víctimas y el Gobierno regional se produce cuando aún está vivo el incendio provocado por las agresiones a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua. Episodio en el que el Gobierno y el Parlamento forales han jugado su papel, al haber defendido que los detenidos por las agresiones no deben ser investigados por delitos de terrorismo.
En este ambiente, los familiares de 40 de las 43 personas asesinadas por ETA en Navarra se han unido por primera vez para mostrar su rechazo a la «política sobre paz y convivencia» que lleva a cabo el Gobierno foral presidido por Uxue Barkos y sustentado por Geroa Bai, Podemos, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra.
El motivo concreto del escrito impulsado por las víctimas ha sido una comparecencia de la consejera Ana Ollo para presentar un balance en la materia, en la que sostuvo que las víctimas tenían una visión «positiva» y la mayoría ponía en valor que por «primera vez» el Ejecutivo regional hubiera contactado con ellas. Frente a esta afirmación, las víctimas del terrorismo defienden que estas palabras «no se corresponden en absoluto» con sus reflexiones ni se sienten «en ningún modo» reflejadas en ellas.
Al contrario, las víctimas manifiestan que sienten «rechazo» y «desconfianza» hacia un Gobierno «integrado por EH Bildu, que no sólo nunca ha condenado el terrorismo, sino que se relaciona con él».
«La Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos ha contactado por teléfono con algunas de las víctimas navarras y ha mantenido algún encuentro personal, si bien la mayoría de ellas ha rechazado acudir a dichos encuentros por falta de confianza ante la incoherencia de este Gobierno», apuntan con nitidez las víctimas en su manifiesto.
Aseguran, en contra de lo que dicen los representantes del Ejecutivo foral, que «no es cierto» que estén muy agradecidas por la creación de la Dirección de Paz, Convivencia y Derechos Humanos. «Al contrario, para las víctimas de ETA es una manera de maquillar la presencia de EH Bildu en el Gobierno y blanquear su relación con la banda terrorista».
Recuerdan que hace cinco años que ETA no mata «y los que les defendían o justificaban políticamente están en el Gobierno actual de Navarra sin haber modificado su discurso, así que lo que hagan o digan en relación con las víctimas del terrorismo de ETA difícilmente puede tener alguna credibilidad», apunta el manifiesto.
«No es cierto –añaden– que sea la primera vez que el Gobierno de Navarra contacta con las víctimas del terrorismo. En el año 2000» el Ejecutivo de entonces «concedió a las víctimas la Medalla de Oro de Navarra, que está depositada en el Parlamento» de la comunidad. Recuerdan que se han producido «otros muchos momentos de encuentro y solidaridad con las instituciones navarras. No hace falta llegar al Gobierno para acercarse a las víctimas».
«Hemos sentido que las llamadas y contactos realizados por la Dirección de Paz y Convivencia a las víctimas de ETA han sido utilizadas por la consejera y el director de manera interesada. No mencionan nada de los mensajes que las víctimas transmitían al Gobierno, su malestar por la presencia de Bildu, ni la negativa a participar en un acto que pretendían organizar con todas las víctimas y partidos que han tenido que desechar al no tener ninguna respuesta».
Los firmantes del manifiesto «queremos vivir en una comunidad donde las fotos de los asesinos no presidan los escenarios festivos. Donde no se llamen presos políticos a los terroristas. Donde no se quiera tapar la historia reciente con la memoria pasada», concluyen.