LA INTERVENCIÓN de José María Aznar ante la Asociación Valenciana de Empresarios ha sido entendida como la lección magistral que el expresidente ha impartido al ministro Montoro. No sé si entre ellos había alguna cuenta pendiente que saldar pero Aznar, desde la mesura, el equilibrio y el buen sentido, ha desarrollado una serie de postulados que clavan a Cristóbal Montoro en la picota nacional.
«El ciclo económico interno ha sido favorable en los últimos años, más aún viniendo de tan abajo como veníamos, y además ha estado potenciado por esos vientos de cola de todos conocidos: los tipos de interés y precios del petróleo en mínimos históricos y una evolución favorable del euro para nuestras exportaciones, entre otros. Y también por la garantía de competitividad conseguida mediante un duro ajuste de rentas».
El repunte proteccionista que se atisba, la crecida del precio del petróleo y la incertidumbre geopolítica internacional pueden alterar el confortable panorama actual, sobre todo por la inestabilidad y el riesgo político interno. «Los vientos de cola no van a soplar también en el futuro», ha apuntado Aznar. Eso exige una agenda reformista que ahora está incompleta en un escenario poco propicio: el de la fragmentación parlamentaria y el Gobierno en minoría.
Y a continuación, el hachazo a Montoro: «Me parece que no es bueno que se asiente la creencia de que la única forma de reducir el déficit público consiste en subir los impuestos. Impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso en que la economía española debe anclar su crecimiento y, por tanto, el empleo y la viabilidad futura del Estado de bienestar».
Los déficits públicos elevados convierten a las naciones en vulnerables «porque nos hace depender de las políticas monetarias». El ex presidente añade una advertencia de calado que está en el ánimo de todos: «Los niveles de endeudamiento elevados crean una espiral de casi imposible salida». Y por si Montoro no se ha enterado todavía: «España debe acometer una reforma fiscal integral. No se trata de subir o bajar este o aquel impuesto. Se trata de orientar el sistema tributario al crecimiento económico y a su potencial recaudatorio evitando las distorsiones que genera hoy». Piadosamente se calló Aznar que la voracidad de Montoro le ha costado al Partido Popular centenares de miles de votos de los ciudadanos favorables al PP que se han visto agredidos por el ministro de Hacienda.
Frente al Brexit, Europa debe reaccionar no solo económica sino políticamente para evitar las turbulencias que se avecinan, las más importantes desde el término de la Guerra Fría. Es necesario caminar con el ánimo decidido hacia los Estados Unidos de Europa que enterrarán entre otras cosas los secesionismos decimonónicos y decadentes.
La lección de José María Aznar a Cristóbal Montoro ha causado general regocijo en sectores varios del Partido Popular. Uno de sus dirigentes más cultos y zumbones me llamó por teléfono para decirme: «Amigo Anson, te telefoneo para darte una noticia: Cristóbal Montoro ha suprimido el cuarto de baño de su casa porque después del que acaba de recibir no lo va a necesitar en mucho tiempo».