Antonio Basagoiti, LA RAZÓN, 22/6/12
La sentencia del actual Tribunal Constitucional de legalizar Sortu es continuidad de las decisiones adoptadas sobre Bildu o Amaiur. La reflexión más política que ha sobrevolado, y puede que también aterrizado, en ese fallo es que hay que legalizar a su Batasuna auténtica para que no hagan victimismo.
Hay que poner las cosas en su sitio. Los ideólogos de dar por bueno a ese mundo deberían saber que el alimento ideológico del fanatismo independentista vasco ya no es el manido victimismo nacionalista. De unos años a esta parte es el prestigio o la legitimación en el gobierno de territorios como Guipúzcoa o ciudades como San Sebastián, gracias también a los que les han elevado a categoría de «hombres de paz».
Por ello es también muy importante desenmascararlos. La verdad es que los de Sortu no son demócratas porque aún siguen teniendo a su ETA latente para condicionar los pasos hacia la derogación de la Constitución y a la división entre vascos que quieren imponer. Y la verdad es que los de Sortu tampoco son decentes porque su proyecto se sustenta y tienen a sus espaldas casi 900 asesinatos. Sin esos crímenes no serían nada.
Que ningún español de buena fe desfallezca o caiga en el fatalismo, porque eso es precisamente lo que buscan; quieren que hartos nos rindamos. Que nadie olvide que hemos hecho con éxito una parte del camino, el de poner contra las cuerdas a los comandos. Y ahora haremos la siguiente, que el País Vasco siga siendo parte de España.
Antonio Basagoiti, LA RAZÓN, 22/6/12