EL MUNDO – 11/09/14
· Cataluña y la corrupción marcan la primera apertura del curso judicial de Felipe VI.
El Poder Judicial advirtió ayer a través de su presidente, Carlos Lesmes, de que el «respeto al Estado de Derecho» constituye una «exigencia ineludible» para pertenecer a la Unión Europea y subrayó que la lealtad institucional «impide el cambio unilateral de las reglas del juego que han de regir nuestra convivencia». Fue uno de los mensajes centrales que, a 24 horas de la Diada, lanzó el presidente del Tribunal Supremo durante el acto de apertura del curso judicial, presidido por primera vez por el Rey Felipe.
La situación en Cataluña y los casos de corrupción ocuparon una posición central tanto en el discurso de Lesmes como en el del fiscal general, Eduardo Torres-Dulce. El presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que intervino por primera vez en la ceremonia, aludió a las «incertidumbres sociales y políticas» que atraviesa España, una circunstancia «que afianza nuestra firme convicción de que sólo desde la observancia del Derecho y mediante el correcto funcionamiento de las instituciones encargadas de preservar sus mandatos, en la unidad pero con respeto a la diversidad, será posible la convivencia pacífica y la prosperidad de los españoles».
Representantes de varias de esas instituciones «encargadas de preservar» la legalidad en el caso de que Artur Mas la sobrepase escuchaban el discurso. Allí estaban el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos; el presidente del Tribunal Superior de Cataluña, Miguel Ángel Gimeno, y la plana mayor de la Fiscalía, cuyo máximo responsable también se refirió a la «unidad de la nación como expresión de la soberanía popular» y manifestó que «en España, todas las ideas, todas las personas, tienen cabida; es la Constitución la que ampara, nunca la que dificulta la convivencia pacífica entre los españoles».
El de Torres-Dulce fue un discurso mucho más crítico que el de Lesmes. El fiscal general lamentó que se haya abandonado la aprobación del Código Procesal Penal que iba a transferir la investigación de los delitos al Ministerio Público, sostuvo que «ya es hora de que las urgentes necesidades de la Justicia no sean pospuestas ni ignoradas», reclamó «un significativo aumento de la autonomía funcional y orgánica» de la Fiscalía y exigió más medios, en especial para luchar contra la corrupción. «Reconocemos sinceramente que la respuesta del sistema de justicia penal es en exceso lenta y a veces desigual», admitió Torres-Dulce, «pero precisamente por esa razón debemos, cuanto antes, demandar los medios que cambien ese rumbo».
Lesmes también se refirió a la corrupción y expresó el «compromiso» de los jueces de «agilizar la tramitación y resolución» de las causas por delitos de corrupción.
Ante un Monarca que tiene a su hermana y a su cuñado implicados en un proceso penal, Lesmes destacó por dos veces que la Justicia es «independiente» y los jueces son «servidores públicos» que integran una carrera «ejemplar».
Felipe VI siguió con mucha atención la ceremonia, cuyo ritual ya conocía porque en 2011 sustituyó a Don Juan Carlos en la apertura del curso judicial. En un gesto de acercamiento a la sociedad, el Monarca saludó a más de 450 personas entre autoridades, jueces, fiscales y funcionarios de Justicia, y luego compartió con ellos durante largo rato un cóctel en el que, en los últimos años, su padre apenas permanecía unos minutos.
EL MUNDO – 11/09/14