EL CORREO 05/06/14
· Arraiz acusa a la Guardia Civil de atentar «contra la memoria» de familiares de «personas fallecidas a consecuencia del conflicto»
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz dejó ayer en libertad con cargos a los cinco detenidos el martes en Oiartzun por organizar actos en el ‘bosque de los gudaris, donde desde los años 90 se homenajea a miembros de ETA fallecidos. Imputados por un delito de enaltecimiento del terrorismo, el instructor dictó para ellos comparecencias quincenales y que notifiquen su domicilio. Los arrestados, Joaquín Izagirre, Francisco Javier Iragorri, Erramun Sagarzazu, Francisco Ramón Gaztelumendi y Miren Itziar Iñarra, fueron recibidos con vítores y aplausos por sus familiares a la salida de la Audiencia Nacional.
El juez Ruz explica en el auto de libertad que el pasado 19 de marzo tuvo lugar en el monte Aritxulegi un homenaje a los miembros de ETA fallecidos en 2013 Francisco Javier López Peña, ‘ Thierry’, y Arkaitz Bellón Blanco, en el que se plantaron sendos robles en su honor en el conocido como ‘bosque de los gudaris’. Este acto se vendría repitiendo desde mediados de los años noventa, «de manera sistemática y con periodicidad anual». Los detenidos, indica el juez, estaban dentro del grupo que se encargó de los preparativos, que impartieron instrucciones y coordinaron la actividad del resto de participantes.
Confidente de Galindo
En instructor recuerda que el robledal, ya desmantelado, se componía de 239 árboles dedicados a otros tantos miembros de ETA –la mayoría– y de organizaciones como Iraultza o Iparretarrak, e incluso a dos militantes del PNV que murieron en 1969 al estallar la bomba que estaban manipulando, informó ayer Vasco Press. Según esta agencia, otro de los robles, el número 178, rendía homenaje a Luis Casares, el mejor confidente que tuvo el general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo infiltrado en ETA. Una pista proporcionada por Casares condujo a la captura de la cúpula en Bidart.
La operación policial mereció ayer las críticas del presidente de Sortu, Hasier Arraiz, que la calificó de «grotesca» y acusó a la Guardia Civil de atentar «contra el derecho a la memoria de un montón de familias que simplemente quieren poder recordar a la persona que querían, fallecida a consecuencia de conflicto vivido en este país».
Por su parte, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, desautorizó al concejal de su partido en Rentería que suscribió el martes una declaración municipal que ponía en duda las acusaciones contra uno de los detenidos, trabajador del Consistorio. «No nos podemos permitir ningún monumento que ensalce el terrorismo», alegó Quiroga.