ABC – 02/04/16
· El Banco de España rebaja al 2,7% el crecimiento en 2016 y cree que el déficit se quedará en el 4,4%.
· Agencias de «rating» S&P mantiene la nota de España en aprobado alto por la mejora económica y pese al riesgo político.
· La recuperación de la economía mundial pierde fuelle y la española no es ajena a esa tendencia.
El Banco de España ha empeorado ligeramente su previsión de crecimiento del PIB nacional, al estimar que avanzará un 2,7% en 2016, una décima menos de lo que pronosticaba el pasado diciembre, y que en 2017 crecerá un 2,3%. El organismo dirigido por Luis María Linde achaca esa desaceleración respecto al incremento del 3,2% en 2015 a factores externos: ese menor crecimiento global, la apreciación del euro y la volatilidad de la Bolsa. Y aunque aún no ha detectado un impacto económico fruto del parón político que sufre el país, sí avisa de que puede acabar suponiendo una amenaza para la economía.
«Las dudas acerca del curso futuro de las políticas económicas podrían incidir negativamente en las decisiones de gasto de los agentes privados, especialmente si la actual situación de incertidumbre política de prolongase en el tiempo», señala la institución en su último boletín económico.
El supervisor indica que reducir ese riesgo político doméstico pasa por que el futuro gobierno, independientemente de quien lo forme, priorice la reducción del déficit público y mantenga el pulso reformista. En la misma línea, Standard & Poor’s alabó las reformas puestas en marcha por España desde 2010 y advirtió de que uno de los riesgos es que los próximos gobiernos no mantengan esa agenda reformista ni la intensifiquen.
La agencia de calificación crediticia mantuvo ayer el «rating» de la deuda española en aprobado alto (BBB+) con perspectiva estable al considerar que el ritmo de crecimiento económico, superior al de otros países europeos, está permitiendo compensar la difícil situación fiscal. Al menos por ahora.
«Se prevé que el actual período expansivo de la economía española se prolongue a lo largo de 2016 y 2017, aunque a menor ritmo que el observado en 2015», diagnostica el Banco de España, que habla de una «desaceleración moderada». Ayer avanzó que el PIB habría crecido en el primer trimestre un 0,7%, frente al 0,8% del cuarto trimestre de 2015, y que en los tres siguiente lo hará entre el 0,6% y el 05%.
Esas previsiones están por debajo de las del Ejecutivo, que estima un avance del 3% en el conjunto de este ejercicio. El supervisor cree que el crecimiento seguirá apoyándose en una política monetaria del BCE, el bajo precio del petróleo y la recuperación del mercado laboral, lo que alienta la demanda nacional. Ahora bien, el organismo avisa también de un posible debilitamiento de la misma.
Reducción del paro
Por ejemplo, augura una ralentización del consumo de los hogares por una menor contribución positiva del precio del crudo, y una menor aportación de la inversión empresarial por las dificultades globales. Además, cree que la necesidad de mayores ajustes del gasto podría moderar notablemente el crecimiento de la inversión pública frente al crecimiento del año pasado.
Del mismo modo, los pronósticos del Banco de España apuntan a una inflación que seguirá por los suelos, en el -0,1% este año, frente al avance de los precios del 0,7% que preveía en diciembre, y cree que subirá un 0,6% ya en 2017. En cuanto al paro, sí mejora las previsiones, al reducir la tasa prevista para este año del 20,4% al 20,3%, y calcular que en 2017 se situará en el 18,9%.
Las mayores dudas del organismo se centran en el cumplimiento de los objetivos de déficit público. Solo un día después de que el Gobierno en funciones desvelase que en 2015 se superó en 10.000 millones el objetivo del 4,2% del PIB, al cerrar el ejercicio en el 5,16%, el Banco de España prevé que la Administración siga incumpliendo sistemáticamente esos compromisos fiscales. Cree que el déficit cerrará este año en el 4,4%, frente al 2,8% pactado, y en 2017 estima que aún será del 3,4% del PIB.
ABC – 02/04/16