ABC – 10/04/16 – JON JUARISTI
· Es la hora de los delatores y de los canallas. La de las listas previas a la caza.
¡Están haciendo listas! O sea, que era eso. Que se han puesto a hacer listas. No listas de ministrables ni de candidatos para la segunda vuelta, no. Listas de enemigos del pueblo. La de Sánchez Cuenca me despistó. Creí que se trataba simplemente de la obra de un majadero resentido, de un torpe imitador de Gregorio Morán. Nada de eso. Apenas un mes después de su publicación, aparece, desde Cataluña, otra lista negra, elaborada por el trío Aviá, Aviá & Passada, con nombres y datos de once «colaboracionistas» (algunos, como Azúa y Espada, ya anotados en la lista de Sánchez Cuenca).
Así que hay un plan. Estas cosas me pillan un poco desentrenado, y eso que me vine a vivir en Madrid por una cuestión de listas. De listas de ETA. Un brevísimo fogonazo de anamnesis con sabor a magdalena iluminó los desvanes del alma mía cuando, en el vídeo de la presentación del libelo de Sánchez Cuenca colgado en youtube, vi cómo el autor se desgañitaba pidiendo que alguien me callase la boca. ¿No hay alguien que le impida seguir hablando?, preguntaba a gritos. Al principio pensé que el tío me confundía con un reventador, porque no estuve presente en la presentación, y valga la redundancia. Pero, al parecer, sólo expresaba un deseo compartido por los otros tres presentadores y por el público asistente, que, invisible, se hacía notar jaleando a los cuatro mariachis.
O sea, un escrache virtual. Ahí me las den todas, pensé. Los abertzales iban más en serio. Pero resulta que no, que hay un plan. Están haciendo listas. Se creen en febrero del 36. Cuando, hace una docena de años, Rodríguez Zapatero comenzó a jugar a que ganaba la guerra civil del abuelito, no podía prever que iba a ser rebasado por una muchedumbre de pirados entre los que se contarían algunos de sus más notorios lameculos de entonces. Es lo peor de los locos repúblicos. Que enfurecen los delirios privados de millones de majaretas apacibles. Hoy a Rodríguez lo meten en la casta, y a sus chicas catalanas, Chacón y Regàs, en las listas negras.
De momento, los listeros deliran y sueñan. Con sangre. Las imágenes que pueblan sus sucias seseras son de traca. En la presentación de Sánchez Cuenca, por ejemplo, me acusaron de haber escrito en ABC que los refugiados sirios lanzaban a sus hijos por encima de las vallas. Qué zumbe tienen. Están como chotas hebefrénicas. No hay más que ver la que andan montando (a instancias, por cierto, de uno de los presentadores de Sánchez Cuenca) con la recogida de firmas para que la RAE expulse a Félix de Azúa por machista y clasista.
Y todo por haber dicho que la alcaldesa de Barcelona debería estar sirviendo en un puesto de pescado. Un puesto de pescado, como ustedes saben, no es un prostíbulo. En los puestos de pescados hay tantos varones como hembras sirviendo. O más. Es un buen trabajo, ni humillante ni deshonroso. Seguro que hasta Sánchez Cuenca sería más útil (aunque no mucho, en cualquier caso) despachando pejesapo que embruteciendo estudiantes.
¿Cuántas firmas recogieron los valedores de Sánchez Cuenca para que la alcaldesa de Madrid destituyese al antisemita Zapata o a Maestre, la asaltante de capillas, de sus respectivas concejalías? Qué pregunta tan absurda, ¿verdad? ¿Verdad, diputadas y concejalas de Ciudadanos que arremetéis contra Félix de Azúa? Están haciendo listas, y en esas listas estáis también vosotras, tontas útiles que os creéis tan listas. Porque ellos sueñan. Con la repetición del 36. Con checas y con paseos. Con que alguien nos calle la boca. Los tiralevitas de Rodríguez Zapatero, los Sánchez Cuenca, los Maraña, los Suso de Toro, los eternos chivatos de la clase. Pues, lo que es a mí, me van a soñar. Se lo prometo.
ABC – 10/04/16 – JON JUARISTI