Llodio designa pregonero de las fiestas al exalcalde Pablo Gorostiaga, preso desde 2007

EL CORREO 05/07/13

· El actual alcalde, de Bildu, ya le visitó el pasado año en la prisión y reclamó su excarcelación.

· Condenado por el Supremo a nueve años por el ‘caso Egin’, el político abertzale debería obtener un permiso especial de Prisiones para acudir al txupinazo.

El pregonero de las fiestas de Llodio será este año el exalcalde Pablo Gorostiaga, actualmente encarcelado en la prisión de Herrera de la Mancha. La elección se ha realizado en el seno de la asamblea de fiestas, integrada por las peñas que organizan actividades durante los ‘Sanroques’, que se celebran entre los días 15 y 25 de agosto.

La elección del pregonero se realizó por votación de los asistentes a la asamblea de fiestas, que apoyaron la candidatura de Gorostiaga por mayoría. El equipo de gobierno de Llodio, liderado por Bildu, se comprometió durante el pasado mes de mayo a asumir las decisiones que se adoptaran en este foro y, por tanto, anunciará hoy públicamente el nombre del pregonero.

Durante ese anuncio se conocerá también la solución que proponen los responsables municipales para el probable caso de que Pablo Gorostiaga no pueda obtener un permiso penitenciario para salir de la cárcel durante unas horas y pronunciar el pregón antes del txupinazo. El exalcalde, encarcelado desde 2007, no ha conseguido licencia durante los últimos seis años incluso para algunos acontecimientos familiares luctuosos.

Pablo Gorostiaga fue alcalde de Llodio durante tres legislaturas no consecutivas. En las primeras elecciones democráticas, al frente de la candidatura de Gure Aukera, se mantuvo en la alcaldía entre 1979 y 1983. Desde el 1987 a 1991 presidió el Ayuntamiento bajo el amparo de las siglas de Herri Batasuna. Y de 1999 a 2003 mantuvo el bastón municipal de mando presentándose al frente de Euskal Herritarrok.

Gorostiaga también fue parlamentario vasco entre 1984 y 1994 y posteriormente entre 1998 y 2001. Compatibilizó estas tareas con las de miembro de la Mesa Nacional del HB y con su trabajo como empleado de banca en la Caja Laboral Popular de Llodio.

Se encuentra encarcelado desde diciembre de 2007 por el sumario 18/98 que juzgó el ‘caso Egin’. La Audiencia Nacional le condenó a 16 años de prisión por los delitos de colaboración con ETA, falsedad contable e insolvencia o fraude a la Seguridad Social en su calidad de miembro de los consejos de administración de Orain y Ardatza, la empresa que imprimía el diario, junto a otras 45 personas. Tras el recurso al Tribunal Supremo, su condena quedó reducida a nueve años, que teóricamente terminará de cumplir en el año 2016.

Más de 70 años

El año pasado, el alcalde, Natxo Urkixo, y varios concejales de Bildu en Llodio se trasladaron en vísperas de las fiestas a la cárcel manchega de Herrera de la Mancha para visitar a Pablo Gorostiaga y «transmitir al exalcalde el deseo de sus convecinos de que pueda estar entre nosotros lo antes posible» Ya entonces, el equipo de gobierno llodiano recordó que «Pablo ha cumplido 70 años» y exigió su puesta en libertad en razón de su edad.

Los concejales de Bildu reclamaron también «que dejen de aplicarse medidas políticas y se empiece a aplicar la ley, lo que significaría la liberación de los presos enfermos, el cumplimiento de la sentencia de Estrasburgo y con ello la derogación de la cadena perpetua, el final de la política de dispersión y el acercamiento de los presos a cárceles de Euskal Herria».

Se da la circunstancia de que la hija del pregonero de este año, Estíbaliz Gorostiaga Uriarte fue, junto a la religiosa Marina Adámez Martínez, la primera mujer en sentarse a la mesa de la Cofradía del Señor Sant Roque, de la que es miembro el exalcalde. Lo hizo el 29 de agosto de 2010. Ninguna mujer se había podido acudir hasta entonces en los cuatro siglos de vida de la comida anual de los cofrades. La Cofradía decidió admitir mujeres tras un largo proceso en el que inter vinieron el Ararteko y Emakunde. Estíbaliz Gorostiaga recurrió a la posibilidad que ofrecen los estatutos de la Cofradía de ocupar el lugar de su padre en la mesa.

EL CORREO 05/07/13