Eso que tú llamabas zig-zag en la prosa del juez Palomo era lo que yo llamaba en tiempos “uso magistral de la adversativa” y que practicaba como nadie El País en sus editoriales: afirmaba algo con mucha convicción para escribir después del punto: Pero, sin embargo, no obstante, y a continuación decir todo lo contrario.
Yo no sé qué le pasa a Feijóo, si es que le ha dado una alferecía o simplemente una tontuna de la que no se desengancha desde el verano pasado. Ha tratado de eplicar las razones que le han llevado a votar el decreto minibús: “Sánchez esperaba que hiciéramos lo contrario de lo que vamos a hacer y votaremos para no hacerle el juego. Le encantaría que le regalásemos el titular que nos oponemos a las pensiones. Como es mentira, no lo haremos”.
Impresionante. Casi peor que lo que hacen es cómo lo explican. Él mismo critica de manera implícita su voto negativo el miércoles de la semana pasada con el que “sí le hicieron el juego” según sus propias palabras. Compl ejo de inferioridad se llama la figura. En todo caso, ahora puede comprobar que con su voto afirmativo no se cubre de las críticas. Ahora por tonto y me temo que con más razón que antes.
Me vas a perdonar la autocita, que es un vicio deplorable pero que da mucho gustito. El primer día que escribí sobre la descabellada ocurrencia de celebrar el cincuentenario de la muerte de Franco, comenté al final de la columna que no lo van a soportar ni ellos: “cien actos. Acabaremos hartos y ellos también”. Bueno, pues da la impresión de que los sanchistas ya se han cansado. Hoy rematamos enero, un mes al que un prorrateo justo de los 300 actos que anunciaron para 2025 le adjudicaría 25 actos. Solo han celebrado uno, fue el día 8, en el Museo Reina Sofía. Pasarán los días y los 299 actos pendientes irán agolpándose en los meses menguantes. En fin, no hay más remedio que rendirse a la evidencia: el autor d la idea es un idiota y quienes la han defendido y puesto en marcha, lo mismo.
Navajita Plateá, en el Registro Reyes Maroto, brillaba el miércoles en su comparecencia ante el Senado delante de la Comisión que investiga la trama Koldo. A preguntas de la oposición dijo no recordar si conocía o había conocido a Aldama. Hay que tener en cuenta que ese presunto conocimiento habría tenido lugar en 2020, hace más de cuatro años y además es que los chinos se parecen todos tanto…
A propósito del famoso escudo social y el decreto que sostiene, Froilán I de España argumentaba: “Todavía nadie ha conseguido explicarme con ningún argumento meio coherente que “estamos en un momento económico extraordinario”, (palabras de Sánchez) pero que la gente necesite un descuento de 30 euros al mes en transporte para llegar a fin de mes, cada mes aumente el número de solicitudes de renta mínima o que cada vez más gente tenga que compartir piso porque con su salario no les da para alquilar o comprar uno”.
Fernando Navarro volvía sobre la comparanza entre Sabino y Luther King que hizo la secretaria de la Ejecutiva del PNV y pareja de Ortuzar y encontraba lo que yo creo que es el quid de la cuestión: “Es que ambos tuvieron un sueño, argumentó la presentadora. «Sí, que no me comparasen con un negro», habría respondido probablemente Arana”.
La fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, en el arte la Cianuro, o no sé si la Cicuta o la Veneno, que en materia de ponzoñas yo me lío, declaró ayer ante el juez Hurtado y explicó que ella no filtró nada y que el fiscal general tampoco, porque no menos de 500 personas estaban al loro del expediente del novio de Ayuso y porque el contenido de los correos del abogado del novio con la fiscalía estuvo al alcance de 60 personas, incluida la señora de la limpieza, y que ante esa realidad era normal cambiar el móvil para proteger material sensible. Asombroso, porque el fiscal del asunto, Julián Salto, que se había cruzado mails con el abogado de González Amador y al que ella hizo abandonar el metropolitano en una noche mágica para los Atléticos, en la que los del Cholo Simeone ganaron 2-1 al Milan para que enviara los correos al fiscal general pretendía ver el partido entero, pero su sugerencia de enviar lo solicitado la mañana siguiente a primera hora, no cuajó. Salto, por otra parte, dejó claro que no existe ningún protocolo que obligue a cambiar de móvil como sostienen ésta y el Peter Lorre de la Fiscalía General.
No hay día sin nueva estupidez de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz: «No se explica la historia de la humanidad desde Espartaco hasta hoy sin la conquista de nuevos derechos” explicando a continuación: «Era un gran sindicalista».
Esta mujer seguramente cree de buena fe que Espartaco era un siderúrgico del siglo XIX. Ella, por otra parte, es gallega y tuvo la ocasión de oír a Anxo Quintana replicar la escena en que los gladiadores vencidos responden sucesivamente a Marco Licinio Craso: Yo soy Espartaco, Eu son Anxo Quintana, que viene a ser lo mismo y se creyó que era una cosa actual.