En momentos como el que nos ocupa, el buen pueblo español está con el alma en vilo, suspendido el aliento, a la espera del dictamen que sobre el cara cara entre Sánchez y Feijóo emita la autoridad competente, vale decir José Félix Tezanos Tortajada.
Durante todo el cara a cara, Feijóo solo tuvo un minuto, su minuto de oro, sin que lo interrumpiese Pedro Sánchez. Todas sus otras intervenciones fueron interrumpidas por el presidente Sánchez, como le llamó una y otra vez el moderador Vallés, a quien por lo visto tocó representar la ecuanimidad, mientras Ana Pastor se desbocaba un poco al tomar partido contra una fuerza ausente en el debate y en el plató: “las mujeres en España tienen miedo de que Vox llegue al Gobierno porque las dejaría desprotegidas ante las agresiones de sus parejas”. No sé cuál es su experiencia personal, pero creo que no debería pluralizar así.
El resultado del cara a cara no es ninguna sorpresa para quien haya seguido los debates del Senado. Sánchez tenía una ventaja en el tiempo que utilizaba para ahorcarse. Después de lo del lunes cabe preguntarse para qué se encerró cuatro días con sus asesores mientras su oponente se daba baños de multitud en mítines al aire libre. Cuatro días, 800 asesores, sin que ni uno de ellos le advirtiera del peligro de perder los papeles en el debate. Enfrente tuvo a un oponente sereno que no perdió la calma en ningún momento, mientras él fue incapaz de encontrarla. Liante, marrullero y mentiroso, que gritaba a su oponente: “no mienta”, mientras él no dejaba de hacerlo. Llegó a negar tajantemente que Zapatero congelara las pensiones. Lo hizo en 2010 y con su voto. Escriban ‘congelación de las pensiones’ en su buscador de Google. Les ofrecerá nueve millones trescientos mil resultados en un tercio de segundo. “Déjeme hablar”, pedía, mientras no paraba de interrumpir. Cuando su adversario le acusaba de falta de transparencia en el uso del Falcon tuvo su momento de gloria: “ustedes siempre sacan a pasear el Falcon”, lo que dio a Feijóo una ocasión que supo aprovechar: “No, quien lo saca a pasear es usted”. El debate sentenció el resultado del día 23. Ahora hay que prepararse para el 24. Esta tropa no sabe perder, ya lo verán.