EL CORREO 31/07/13
Colectivos de víctimas del terrorismo lamentan «la cesión» que «se está haciendo desde el Gobierno y la Justicia» y temen que «se abran las puertas de las cárceles»
El permiso que la Audiencia Nacional concedió el pasado fin de semana al exetarra Joseba Urrosolo Sistiaga ha sentado como un jarro de agua fría entre colectivos de víctimas como Covite y la AVT, mayoritarios tanto en Euskadi como a nivel estatal. Pero la «indignación» no se centra tanto en la figura del recluso, sino en la «cesión», «una más», que desde «el Gobierno y los jueces» se está haciendo, a su entender, «hacia los verdugos» en lugar de «mirar hacia» los damnificados.
Urrosolo Sistiaga, referente del grupo de presos disidentes de ETA de la denominada ‘vía Nanclares’, disfrutó el pasado fin de semana de su primer permiso penitenciario ordinario. Tres días que ha pasado en Gipuzkoa junto a su numerosa familia y a su compañera sentimental, la también exdirigente crítica con la banda Carmen Gisasola. La Audiencia Nacional avaló a mediados de julio la concesión de este permiso, y aceptó así la impugnación que Urrosolo había presentado contra la decisión primera del juez de Vigilancia Penitenciaria. El magistrado José Luis Castro negó su salida por considerar que la condena a 449 años de prisión impuesta al exjefe del ‘comando Madrid’ por dieciséis asesinatos y dos secuestros excedía las previsiones legales para otorgarle este beneficio.
«Lo que más me duele no es ver en la calle a Urrosolo Sistiaga o a su pareja, Carmen Gisasola, e incluso a Valentín Lasarte –condenado por el asesinato de Gregorio Ordóñez–. No es su culpa. Lo que duele es la resolución que ha dictado Marlaska», reconoce la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez. La hermana del dirigente del PP muerto a manos de ETA es muy consciente de la pena que se le impuso a Urrosolo Sistiaga, como también los delitos que se le imputaron. «Dieciséis asesinatos, eso está claro. Pero, ¿son esos los únicos? Y si tenemos en cuenta que fue jefe de ETA, ¿cuántos atentados ordenó?», se pregunta.
«Estrategia de blanqueo»
Consuelo pone sobre la mesa estas incógnitas para subrayar que son más de trescientos los asesinatos pendientes de resolver, «sin que a los reclusos se les exija colaborar con la Justicia para esclarecerlos». «No entendemos que si hay un margen de discrecionalidad se aplique a favor de los verdugos y no se tenga en cuenta el único requisito que beneficiaría a las víctimas», apunta. Y es que, según añade, «no es el perdón lo que quieren las víctimas, sino justicia. La colaboración sería la mayor prueba de su arrepentimiento». «Yo les recomendaría a los señores Marlaska, Yuste y Fernández Díaz que se leyeran las historias de las víctimas», apostilla.
En la misma línea se sitúa la presidenta de la AVT. Ángeles Pedraza está convencida de que este tipo de autos forman parte de la «estrategia de blanqueo» del «pasado criminal» de ETA, al tiempo que asegura temer que el permiso a Urrosolo Sistiaga «forme parte de una hoja de ruta que suponga abrir las puertas de las cárceles». Pedraza, que considera un «paripé» las cartas de arrepentimiento escritas por el exetarra y su participación en los talleres de reinserción, insiste en este sentido, al igual que lo hacen desde Covite, en que «el único síntoma de reinserción válido para las víctimas es el de la colaboración activa de los reclusos para esclarecer los atentados que permanecen pendientes de resolución».