Londres recuerda a Escocia que solo está en la UE porque entró dentro de Reino Unido


EL CORREO 22/11/12

LONDRES. El Gobierno británico advirtió ayer de que «no hay garantías» de que Escocia permanezca en la Unión Europea (UE) si se independiza de Reino Unido por medio de un referéndum en 2014. En un debate en la Cámara de los Comunes, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Hugo Swire, insistió en que si se aprueba la autodeterminación los escoceses tendrían que negociar la adopción del euro como moneda y su inclusión en el espacio Schengen –el pacto para una Europa sin fronteras–, del que Reino Unido se ha autoexcluido.

«Si Escocia se independizara y pidiera entrar en la UE, el ingreso debe negociarse y no habría garantía de que pudiera obtener ninguno de los privilegios que tiene Reino Unido. Es el tamaño y la influencia de Reino Unido en Europa lo que le permite estos acuerdos», señaló Swire, que animó al Gobierno de Alex Salmond a que no sugiera que la región seguiría formando parte de la UE en caso de secesión, aunque indicó que Londres aún no ha discutido este asunto con Edimburgo. «No estamos dispuestos a prenegociar porque no creemos que los ciudadanos vayan a votar por la independencia», explicó.

Pete Wishart, parlamentario del Partido Nacionalista Escocés (SNP), rebatió las explicaciones del alto cargo británico y apuntó que la región no debería pactar el ingreso en la Unión porque ya forma parte de ella. «Entramos en 1973 con Reino Unido. Cuando consigamos la autodeterminación, el Acta de Unión (el documento que unió a Escocia con sus vecinos del sur en 1707) quedará derogada y se crearán dos Estados sucesores. Lo que le suceda a Escocia desde entonces será lo mismo que a Reino Unido», argumentó Wishart.

El futuro de la región en Europa es uno de los principales asuntos a debate en torno al referéndum. Otro punto polémico es el de los ajustes fiscales a largo plazo que debería afrontar una Escocia independiente, por la previsible disminución de los ingresos por el petróleo y el gas del mar del Norte.

EL CORREO 22/11/12