EL CORREO 11/11/12
Las instituciones vascas rinden homenaje a las víctimas con motivo del Día de la Memoria
VITORIA. «Mientras unos honramos a los muertos por décadas de terrorismo, otros se manifiestan en las calles de Baiona a favor de los presos de ETA». El lehendakari en funciones, Patxi López, aprovechó la conmemoración ayer del Día de la Memoria para acusar a la izquierda abertzale de mantener «el doble juego de siempre», y de hacerlo en una fecha especialmente sensible: la efeméride que las instituciones vascas acordaron instaurar en recuerdo a las víctimas. El 10 de noviembre se eligió, precisamente, por ser uno de los pocos días del calendario en el que no se produjo atentado mortal alguno.
López se mostró especialmente contundente. Durante su discurso en el acto que el Gobierno vasco celebró en los jardines de Ajuria Enea, afeó a EH Bildu que «mientras con una mano hacen tímidos gestos de reconocimiento a las víctimas, con la otra siguen acariciando la espalda de los victimarios». La coalición soberanista llamó a participar en la marcha en favor de los derechos de los reclusos de la banda terrorista antes de decidir la participación de algunos de sus representantes en los actos convocados con motivo del Día de la Memoria.
EH Bildu asistió a las ofrendas florales que se celebraron en las tres capitales vascas, para reivindicar el recuerdo a «todas las víctimas». Sus rostros más visibles, no obstante, acudieron a la manifestación de Baiona. Entre ellos, la que fuera candidata a lehendakari por la coalición en los pasados comicios, Laura Mintegi. «No tengo el don de la ubicuidad», declaró la víspera la portavoz independentista. Según dijo ella misma, tenía previsto acudir al homenaje previsto en el Parlamento vasco, desconvocado por la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga. En lugar del acto institucional, un pebetero permaneció encendido durante toda la jornada en la entrada del Legislativo, junto a una corona de flores.
López reconoció que «podemos hablar de la necesidad de una política penitenciara diferente», como también de «otras víctimas», «las de estructuras del Estado que tardaron en hacer el tránsito a la democracia». Ahora bien, remarcó, «sin equiparar sufrimientos y sin diluir las responsabilidades de quienes dispararon el gatillo y de quienes les alentaban a disparar». «Una sociedad que olvida no es justa y difícilmente será libre», advirtió. El lehendakari, que estuvo acompañado en Ajuria Enea por su equipo de consejeros y por la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, aseguró que su partido «no permitirá» que se «eche un manto que oculte tantos años de asesinatos y amenazas en este país», con el «aplauso complaciente de un sector importante de la ciudadanía». «ETA ha sido derrotada y el terrorismo, tal y como lo hemos conocido hasta ahora, no se va a volver a repetir», se congratuló. Apeló, en este sentido, al recuerdo de los damnificados como «baluarte de libertad y de valores democráticos» en el camino hacia «un nuevo tiempo de mayor tolerancia». «Sin verdad y sin memoria será imposible cerrar este ciclo negro de nuestra historia», apostilló.
Sin una declaración conjunta
Además de la intervención del lehendakari en Ajuria Enea, el Gobierno vasco recordó en la academia de Arkaute a los 38 ertzainas y policías locales asesinados por ETA, en un acto presidido por la consejera en funciones de Justicia e Interior, Idoia Mendia. También el resto de las principales instituciones vascas se sumaron a la efeméride. El Día de la Memoria nació con esa vocación a raíz de un acuerdo suscrito en 2010 entre el Ejecutivo de Vitoria, el Parlamento –que este año se ha descolgado de la cita–, las juntas generales de los tres territorios históricos y la Asociación de Municipios Vascos, Eudel.
Sin embargo, lo que parecía un consenso sólido, empezó a hacer aguas desde su primera edición debido a la apuesta de unos y el rechazo de otros –en este caso de PP y UPyD– por destinar esta efeméride no sólo a las víctimas del terrorismo sino también a aquellas personas que sufrieron abusos policiales de motivación política. El resultado fue una ‘ensalada’ de actos dispersos sin un nexo común: la lectura en todos los homenajes de una declaración conjunta que plasmara la unidad de los partidos.
No fue posible. Ayer se escucharon diferentes discursos alrededor de la memoria. Las tres capitales vascas acogieron sendasdas oofrendas florales que reunieronron aa las instituciones de cada territorio –ayuntamientos, diputaciones y juntas generales, respectivamente–, a las que acudieron representantes de las distintas formaciones. En Bilbao, rodeado de la plana mayor del PNV, incluido Iñigo Urkullu, el encargado de tomar la palabra fue Iñaki Azkuna. Junto a la escultura por las víctimas del parque Doña Casilda, el alcalde de la capital vizcaína abogó por «recordar siempre» a los damnificados y «escribir la historia sin trampas». Al acto acudieron también el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, y los padres de Iñigo Cabacas, que falleció tras recibir el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza tras un partido del Athletic de la Europa League. «No os olvidamos», les dedicó Azkuna.
El mismo formato se repitió en las Juntas Generales de Gipuzkoa y en Vitoria. La capital alavesa celebró una ofrenda floral junto al monumento por los damnificados que se erige en Lakua, en la que el diputado general, Javier De Andrés, dio lectura a una declaración consensuada con el Ayuntamiento y las Juntas –todos ellos en manos del PP– en la que subrayaron que «la historia del País Vasco sólo puede escribirse haciendo justicia a las víctimas del terrorismo». «Que su ejemplo moral siga siendo la luz que ilumine nuestros pasos».
EL CORREO 11/11/12