EL CORREO, 26/8/12
Critica al líder del PNV por pretender con su nuevo Estatuto «el mismo objetivo que Bildu», solo que con «palabras amables»
Segundo choque electoral entre Patxi López e Iñigo Urkullu. Tras su encontronazo dialéctico por la reforma fiscal, el lehendakari aprovechó ayer la apuesta del líder del PNV por un nuevo estatus jurídico y político en Euskadi para denunciar el regreso del «viejo ‘raca-raca’ de Ibarretxe». El líder de los socialistas censuró con este término las aspiraciones «autodeterministas» que desembocaron entonces en un portazo en el Congreso y en una sonora bronca política en el País Vasco entre nacionalistas y constitucionalistas.
Un día después de que Urkullu anunciara su propósito de renovar el encaje de Euskadi en España, el secretario general del PSE le acusó de «despreciar el autogobierno estatutario y de defender la soberanía independentista». En opinión del lehendakari, el presidente del PNV sitúa como «prioridad» la conquista de un nuevo Estatuto, en vez de emplear la misma «urgencia» en la lucha contra la crisis y la protección de los servicios públicos.
López interpretó que Urkullu ha sacado a la luz con esta iniciativa su «verdadera esencia», al entender que ha dejado al descubierto su vena identitaria en el arranque oficial de la precampaña. El líder del PSE arremetió contra el candidato del PNV a la Lehendakaritza por «perseguir el mismo objetivo que las propuestas abruptas de Bildu», aunque, matizó, «vestidas de Armani con palabras amables». «Al final lo que quiere es la independencia a plazos», advirtió.
El jefe del Gobierno vasco parece que no está dispuesto a rehuir el cuerpo a cuerpo con Urkullu, con quien libra un fuerte pulso desde el mismo momento en que se confirmó el adelanto electoral. Patxi López volvió a cuestionar ayer la actitud de «acoso» mantenida por el líder del PNV contra el Ejecutivo del PSE, después de que los nacionalistas se vieron desplazados de Ajuria Enea. «Él está en campaña desde el día siguiente a que Ibarretxe perdiera la votación en el Parlamento vasco para ser elegido lehendakari y yo la ganara», recordó sobre su acceso a la Lehendakaritza, gracias al respaldo del PP.
«Cambio de chaqueta»
López insistió en denunciar la falta de colaboración de los jeltzales en la búsqueda de soluciones para el país y censuró el «contumaz» rechazo de Urkullu a las propuestas del Gobierno vasco. En concreto, el lehendakari se detuvo en «la terca negativa» del presidente del PNV a aceptar una reforma fiscal que ahora defiende tras la convocatoria electoral. «Ahora que ya estamos en precampaña no ha tardado ni 24 horas en cambiarse de chaqueta», señaló el líder del PSE.
El lehendakari buscó ayer el desgaste de Urkullu en el flanco de sus aspiraciones «soberanistas». En la víspera, el presidente del PNV renovó su compromiso con la búsqueda de un nuevo estatus para Euskadi, pero con un consenso previo en el Parlamento vasco antes de llegar al Congreso. Es lo que los jeltzales ya han denominado ‘lege berria’ (ley nueva), una iniciativa prevista para 2015 que debería ser ratificada por las instituciones y la ciudadanía. A diferencia del conocido como ‘plan Ibarretxe’, el PNV quiere esta vez sumar a Bildu y el PSE.
Un consenso que, a día de hoy, se antoja difícil en el caso de los socialistas vascos. Patxi López comparó ayer a Urkullu con Juan José Ibarretxe y le acusó de comenzar la carrera electoral «con un ojo puesto en Bildu, para que no se enfaden demasiado», mientras «saca a pasear su ‘raca-raca’, el de siempre». «El Estatuto político de Ibarretxe se llama ahora ‘nuevo estatus político’. Pero es lo mismo», reiteró. El secretario general del PSE intentó afear al líder del PNV por dar «prioridad» a la autodeterminación «en esta situación tan dura para tantos trabajadores, empresarios y familias vascas».
Frente a las propuestas soberanistas que, a su juicio, solo generan «confrontación permanente», López reafirmó su defensa del autogobierno estatutario «que no le gusta a Urkullu y que el Gobierno de Rajoy quiere mutilar».
Por el contrario, el líder del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar, aseguró que «nadie tiene que temer la nueva etapa que se abre» tras el fin de ETA y abogó por «una relación amable entre Euskadi y el Estado». El PP, a través de su portavoz adjunto en el Congreso, Leopoldo Barreda, rechazó los planes de los nacionalistas y advirtió de que la «propuesta radical» de Urkullu aboca a «un enfrentamiento entre vascos».
EL CORREO, 26/8/12