El lehendakari y líder del PSE, Patxi López, insiste en que la postura de su partido es «irreversible» en la ronda de conversaciones abierta con el PNV para definir la gobernabilidad de Euskadi tras las últimas elecciones: o se alcanzan pactos globales entre socialistas, jeltzales y populares para desbancar a Bildu antes del próximo sábado, fecha de constitución de los ayuntamientos, o la formación de Iñigo Urkullu quedará marcada por su «irresponsabilidad absoluta».
En una entrevista que hoy publica El Diario Vasco, López censura la actitud del PNV porque, a su juicio, «parece que todo le da igual» y subraya que sería «irresponsable» no impedir los gobiernos de la coalición de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba. «No está en juego sólo la estabilidad de las instituciones, sino también si avanzamos o paramos el país. Ahí el PSE va a ser radical e inflexible», advierte el jefe del Gobierno vasco, en la víspera de que el partido de Urkullu reúna a su asamblea nacional para debatir el escenario postelectoral.
Patxi López justifica el desplazamiento de Bildu del poder para «excluir gobiernos que impidan que se pongan en marcha infraestructuras y proyectos que necesita Euskadi». «Para estos proyectos hay consensos que han tardado treinta años en cuajarse y se pueden resquebrajar en un día», destaca.
El secretario general de los socialistas vascos reitera la necesidad de que el PNV «busque el acuerdo» con el PSE y PP «para que el país no se pare» y evitar que Bildu tome el mando de las instituciones donde ha sido la fuerza más votada, pero sin mayoría absoluta. En su opinión, el resultado electoral cosechado por la coalición independentista «no es justo seguramente». «Debe pedir la desaparición de ETA», reclamó a la marca de la izquierda abertzale.
Patxi López se ratifica en que todos los pactos en los que intervengan los socialistas para despejar el escenario institucional «se tomarán en Euskadi». En este sentido, intenta quitar hierro al hecho de que Zapatero y Urkullu mantuvieran una reunión en Madrid el miércoles pasado, el mismo día en el que el PSE celebraba su comité nacional en Bilbao para analizar la fuerte caída electoral en el País Vasco. «Conozco perfectamente de qué hablaron y no hay ningún motivo para estar disgustado», asegura.
EL CORREO, 5/6/2011