DIARIO VASCO, 9/5/12
Rechaza adelantar ahora las elecciones y acentuará su perfil de izquierdas. El lehendakari acusa al PP de romper el pacto por defender los recortes de Rajoy y no el autogobierno
Acentuar el perfil de izquierdas frente a los «recortes sociales» del presidente Rajoy. El lehendakari desgranó ayer la estrategia que va a guiar su labor de Gobierno en Euskadi tras romper el PP el pacto que sostenía su mayoría en Euskadi. Una nueva etapa que, sin embargo, no está claro cuánto va a durar porque Patxi López eludió ayer aclarar si agotará la legislatura o si, como empieza a manejarse en los círculos políticos vascos, convocará a las urnas en otoño, con tres meses de adelanto sobre el calendario previsto, debido a su nueva situación de minoría.
No hubo sorpresas en la comparecencia de López en Lehendakari-tza. Rodeado de todos sus consejeros y colaboradores, el mandatario socialista reiteró que su intención es seguir gobernando, como ya avanzó ayer este periódico. Su objetivo es liderar en Euskadi el «nuevo ciclo» abierto en Europa con la elección del socialista Hollande como presidente francés. Un periodo que abre la puerta a un modelo contra la crisis económica alternativo a las políticas «neoliberales» de recortes y déficit cero. Esta estrategia permitirá al lehendakari seguir ejerciendo de ariete de izquierdas a los ajustes del Ejecutivo central del PP, ahora sin la presión que le suponía el pacto con Antonio Basagoiti. De momento, comenzó anunciando que no aplicará los ajustes en Sanidad y Educación aprobados en Madrid, incluso aunque el Tribunal Constitucional no resuelva todavía el recurso que presentará el Gobierno Vasco y que ha sido el detonante del divorcio entre constitucionalistas.
No obstante, López se enfrenta a grandes dificultades, que quedaron reflejadas en el turno de preguntas de los periodistas. Los informadores le saetearon a preguntas sobre cómo pretende sacar adelante sus iniciativas con el apoyo de sólo 25 de los 75 parlamentarios, y con toda la oposición reclamando que adelante el final de su mandato. El lehendakari se mostró tranquilo ante este horizonte y expresó su voluntad de ser él quien marque los tiempos.
Advirtió al PP vasco de que «debe saber que soy el único que tiene capacidad de disolver el Parlamento. Nadie puede obligarme a ello». Luego, el lehendakari regateó la preguntado de si tiene voluntad de agotar la legislatura. «Mi voluntad es seguir trabajando para cumplir los objetivos marcados al inicio», se limitó a contestar. Pero el asedio continuó. «¿Y eso supone agotar la legislatura?», insistió otro periodista. «Eso supone llevar hasta el final nuestros objetivos», reiteró un ambiguo López. El lehendakari tampoco soltó prenda cuando le inquirieron por el tiempo que necesita para desarrollar sus políticas contra la crisis. «Podéis hacer la pregunta de mil maneras, pero…», zanjo.
López también rechazó la petición de Iñigo Urkullu (PNV) de someterse a una moción de confianza. En respuesta, retó a la oposición a presentar una moción de censura en su contra, con un candidato a lehendakari alternativo, una posibilidad inviable para el resto de grupos.
Ganar tiempo
El Gobierno Vasco llama, por tanto, a la calma ante un debate, el de las elecciones, que enmarca en el «cálculo partidista». Era más que improbable que el lehendakari fuera a anunciar ayer un adelanto para el que ahora, a mes y medio del parón estival, no hay margen. Otra cosa será lo que depare el próximo curso político que comenzará en septiembre con el pleno de política general. El Ejecutivo socialista gana ahora tiempo para seguir desarrollando medidas como las recientemente adoptadas para luchar contra el paro y ayudar a la economía vasca y las empresas. Y luego, cualquier decisión se adoptará «en función de los intereses del país», la nueva coletilla en la que ayer coincidieron el lehendakari y el portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, entrevistado en Radio Euskadi.
En su comparecencia de ayer, López marcó el camino a seguir en la gestión. Abandonar las políticas públicas que «sólo tienen como objetivo el control del déficit y el pago inmediato de la deuda, y se olvidan de la economía real», las necesidades de las personas y la defensa de los servicios públicos. Volvió a dejar claro que su Gobierno no seguirá «ni de lejos» la política de recortes de Rajoy. «No vamos a cerrar quirófanos, ni aulas de los colegios, ni los jubilados tendrán que pagar sus medicinas», sostuvo enérgico.
En este punto, acusó al PP vasco de ser quien no ha cumplido el pacto del cambio, que no contemplaba en ningún apartado suscrito, según el lehendakari, «renunciar al autogobierno o desmontar el Estado del Bienestar». «Basagoiti ha defendido los recortes en vez de a Euskadi», atacó a su exsocio, con el que parece haber roto los puentes de contacto. De hecho, no tiene previsto hablar con él esta semana pese a la intención del dirigente popular. Además no ocultó su malestar con las formas empleadas, a través de una emisora de radio, para anunciar la ruptura.
Por ello, López rechazó la mano tendida por Basagoiti para negociar un final «ordenado» de la legislatura que incluya la aprobación de algunas leyes y proyectos pendientes, y un acuerdo en torno a la fecha de celebración de las elecciones. El aumento de la tensión entre socialistas y populares se puede reflejar, también, en la inminente negociación del Cupo. Gobierno central y vasco mantienen una discrepancia valorada en 367 millones.
La ruptura eclipsó el balance de estos tres años. Aún así, el jefe del Gobierno Vasco destacó que «hemos acabado con ETA», se ha «tranquilizado la vida política y social», Euskadi «ha resistido la crisis mejor que el resto de nuestro entorno», se ha mantenido el «Estado del bienestar», y «hemos impulsado reformas profundas en nuestro sistema».
DIARIO VASCO, 9/5/12