EL CORREO 24/12/13
El líder de los socialistas pide al lehendakari que «no yerre el tiro» y se centre «en lo que de verdad importa, en crear empleo»
Convencido de que 2014 será un año «trascendental para definir» el futuro de Euskadi, el líder del PSE, Patxi López, emplazó ayer al lehendakari a que «no yerre el tiro», profundice en los acuerdos firmados entre el PNV y su partido a lo largo de este año y no caiga en el «despeñadero soberanista». «Lo que necesitamos es un Gobierno que sepa sumar esfuerzos, no que acabe enfrentándonos a todos por la visión particular que cada uno tiene del país», subrayó el secretario general de los socialistas vascos.
López y la cúpula de su partido no creen que los jeltzales y el lehendakari se adentren por un camino similar al emprendido por Artur Mas. Aun así, no las tienen todas consigo. El PSE no descarta que la presión de la izquierda abertzale, la de algunos sectores internos –los más cercanos a Joseba Egibar, por ejemplo– y las réplicas de lo que pueda suceder en Cataluña obliguen al PNV a endurecer su discurso a medida que avance la legislatura y se acerquen las elecciones municipales de mayo de 2015. El pacto presupuestario del PNV con Bildu en Gipuzkoa, incluida la partida de 100.000 euros para una cadena soberanista, irían en esta línea.
Todo, mientras en el Parlamento se empieza a tramitar la propuesta de «nuevo estatus» que prepara el partido gobernante. Una iniciativa que los socialistas ven «intencionadamente inconcreta» y que, según el PSE, deja al PNV el suficiente margen de maniobra para moverse con libertad en función de cómo evolucione el escenario político. El objetivo de la formación de Patxi López es ‘controlar’ ese debate, mostrar su disposición a negociar –pero dentro de unos límites– y evitar similitudes con Cataluña o Escocia.
«Si el Gobierno de Urkullu está buscando un espejo en el que mirarse, si necesita una guía para avanzar en lo que necesita la sociedad vasca, que no mire a ninguna parte. Que se quede en Euskadi. Que siga la vía que estamos marcando los socialistas, porque es la que mejor responde a los problemas que tenemos como sociedad», afirmó ayer López en un encuentro con periodistas para hacer balance de su primer año de vuelta a la oposición.
«Trabajo conjunto»
Un ejercicio que, para los socialistas, tiene dos partes diferenciadas: antes y después de que el PNV se aviniera en septiembre a firmar el acuerdo fiscal y de modelo de país con el PSE. Unos «consensos» que han otorgado la «necesaria estabilidad» a las instituciones y en los que se debe ahondar para consolidar los «signos de cierta mejoría» que, según López, se empiezan a «atisbar». «No podemos caer en la autocomplacencia y la inacción. Y vemos algo de esto en el Gobierno. Hace falta trabajo conjunto e iniciativa», aseguró el secretario general del PSE, quien volvió a advertir a Urkullu de por dónde debe ir su discurso. «Debemos centrar nuestros esfuerzos en lo que de verdad importa, en crear empleo, en crear las condiciones para ser más competitivos, en lugar de subirnos a la noria soberanista, con la que algunos, más por inercia que por convicción, nos quieren volver a enredar», afirmó López.
Durante su intervención, recordó los problemas de Fagor, la «más descarnada muestra» de que Euskadi «no es ajena a las turbulencias económicas» y de que «no es el oasis que algunos querían dibujar». «Ha sido un año muy duro para la ciudadanía en general y un año perdido para Euskadi porque el Gobierno ha sido incapaz de darse cuenta que su soledad y sus políticas equivocadas paralizaban el país», añadió López.
En este contexto, emplazó al lehendakari a que sepa distinguir «entre lo que está demandando de forma urgente la gran mayoría de la sociedad y lo que son aspiraciones de parte». «Frente a consultas secesionistas confusas, Urkullu tiene aquí un buen terreno para labrar y sacar frutos», añadió el líder del PSE.
Compromisos
La apelación a mantener la vía de los acuerdos no sólo proviene del miedo de los socialistas a que el PNV se meta en la senda soberanista. También influye el hecho de que en el pacto firmado en septiembre, el PSE apostó por reformar algunas de las normas básicas del País Vasco –la LTH, por ejemplo– o impulsar algunas pendientes, como la Ley Municipal.
Y son dos normativas que deben contar con un consenso mínimo entre los socialistas y los jeltzales. El PSE ya advirtió la semana pasada, a través de su portavoz, Idoia Mendia, que estará atento para lograr que se cumpla lo pactado, aunque no está del todo claro qué elementos de presión puede ejercer en caso contrario.
«Son esos compromisos los que nos toca cumplir y desarrollar», enfatizó ayer López, quien también se esforzó en recalcar que su alianza con el PNV en 2013 no supone «un cheque en blanco». Una frase que los socialistas repiten como un ‘mantra’ durante las últimas semanas para espantar otro de sus principales temores: que su labor de oposición quede difuminada en vísperas de unas elecciones municipales que el PSE considera fundamental para recuperar posiciones o, al menos, detener la sangría de las últimas citas con las urnas.
EL CORREO 24/12/13