EL CORREO, 9/7/11
El lehendakari avisa de que «corremos el riesgo de acabar como tres tribus enfrentadas» si no se busca la «complicidad»
La complejidad del mapa institucional vasco salido tras las elecciones del 22 de mayo -con las diputaciones y el Gobierno vasco repartidos entre cuatro formaciones diferentes- es un «enorme reto» y todo un «desafío» para los responsables políticos, pero también «una enorme oportunidad» para encarar algunos «debates» que por ahora son tabú y para evitar que «los tres territorios acaben como tres tribus confrontadas en vez de formar un proyecto común». La reflexión es del lehendakari, Patxi López, que ayer tendió «la mano» al resto de grupos para buscar «el encuentro y la coincidencia».
«Tenemos tres territorios, pero somos un sólo país». La frase se está convirtiendo en una de las máximas del jefe del Ejecutivo autónomo. Tanto el líder del PSE como su entorno están convencidos de que los últimos comicios forales han evidenciado la insostenibilidad de un sistema competencial creado hace tres décadas con el convencimiento de que el poder recaería en la mayoría de las ocasiones en un solo partido, o como mucho, en dos. Así ha sido casi siempre, lo que ha permitido que los conflictos surgidos entre las diputaciones y el Gobierno vasco se hayan solventado sin demasiadas estridencias.
Pero la actual situación es diferente y, sobre todo, muy compleja. Las diputaciones serán gobernadas los próximos cuatro años por el PNV, PP y Bildu. El PSE controlará Ajuria Enea al menos hasta 2013. Una mezcla que puede resultar muy inestable en un escenario de abierto enfrentamiento entre todas las formaciones. Además, los socialistas vascos creen imprescindible armonizar algunas políticas -fiscales, sociales, de infraestructuras…- para evitar una desvertebración del país. Eso sólo se consigue, insisten, con diálogo.
Y ahí es donde puede jugar su papel el lehendakari. López lo dejó entrever ayer en su ‘blog’, donde colgó un artículo titulado ‘Una ocasión para el entendimiento’ en el que subrayó que la «heterogeneidad y pluralidad de ideas» de la sociedad vasca se refleja en la «fotografía» salida de las urnas.
Imagen inédita
Tras destacar el «reto» que supone este panorama, reclamó a todos los dirigentes políticos que estén «a la altura de las circunstancias» porque durante los próximos años harán falta «grandes dosis de diálogo y voluntad de consenso». «Veremos quién está por la labor de moverse en el campo del entendimiento y quién de guiarse por sus intereses», afirmó López, quien alertó sobre una posible fractura en Euskadi si los partidos apuestan por el enfrentamiento.
El primer encuentro con la realidad se producirá dentro de dos semanas, cuando López se reúna con los tres diputados generales en lo que supondrá una imagen inédita en la historia del País Vasco. El lehendakari anunció ayer que trasladará a los tres responsables de las instituciones forales -de los cuales dos, Javier de Andrés y Martín Garitano, se estrenan en sus cargos- varias iniciativas «en las que venimos trabajando desde hace tiempo y consideramos fundamentales para garantizar la modernización del país y su sostenibilidad». López insistió en que el «mandato de las urnas nos obliga a entendernos» y confió en encontrar «la complicidad en el otro lado» para «no correr el riesgo de acabar como tres tribus enfrentadas». «La mano del Gobierno estará tendida en todo momento», sentenció el lehendakari.
Sin embargo, no es tarea fácil. Siempre que el debate sobre el sistema competencial se pone sobre la mesa, surge la Ley de Territorios Históricos. Para poner en marcha alguna de las reformas que el PSE considera necesarias, su modificación no es imprescindible, pero, aun así, se convierte en una barrera que acaba por enviar al cajón del olvido cualquier propuesta renovadora.
Además, frente a los planteamientos socialistas, el PNV siempre se ha mostrado muy receloso y ha defendido la idoneidad de la LTH, cuya filosofía fue uno de los detonantes de la escisión de Eusko Alkartasuna. El panorama se enreda todavía más porque, en este debate, el PP está más cerca de las posiciones jeltzales y Bildu de las socialistas. Una línea divisoria similar a la que se traza en materia fiscal. Sin embargo, el PSE cuenta con una desventaja. La existencia de ETA sigue condicionando su relación con Bildu.
Y en su intento por aunar posturas, López tiene ante si un reto aún mayor: convencer a José Luis Bilbao de la bondad de sus planteamientos.
EL CORREO, 9/7/11