Dicen los expertos que cada país tiene su manera y sus protocolos para afrontar una catástrofe o un atentado terrorista. Y es cierto que los que se siguen en el Reino Unido son, cuanto menos, de los más lentos a la hora de la identificación de víctimas y notificación a los familiares. Prueba de ello es lo que han vivido desde el pasado sábado la familia de Ignacio Echeverria, quien hasta ayer no fue identificado oficialmente como víctima del atentado perpetrado por los islamistas en Londres.
No son pocas las voces que han censurado desde el ámbito de la seguridad el tempo en la identificación y el silencio de la Administración londinense. Y algunos más han puesto en comparación lo que en otros países ha sido la identificación de cadáveres víctimas del terrorismo.
En Madrid, en los atentados del 11-M, fueron asesinadas 192 personas. Como recuerdan los responsables del dispositivo que se puso en marcha en Ifema, en menos de una semana la totalidad de las víctimas fueron identificadas y avisados sus familiares.
· 155: En las primeras 12 horas tras la masacre de Madrid fueron identificados 155 cadáveres.
Pero es que ya en las primeras 12 horas, 155 de las víctimas fueron identificadas. Cierto es que el dispositivo que se puso en marcha fue extraordinario. Se requirieron todos los medios humanos y materiales y se realizaron labores de identificación de manera ininterrumpida hasta que se identificó a todas y cada una de las víctimas.
Además, como recuerdan especialistas en la materia, este caso poco o nada tiene que ver en este tipo de labores con las que han tenido que practicar los especialistas británicos con las víctimas del atentado de Londres. Como apuntan los expertos, en el caso británico, las víctimas han fallecido a consecuencia de impactos de arma blanca o de disparos. En el caso de los atentados de Madrid, los fallecidos y heridos (éstos últimos superaron los 1.500) fueron atacados con explosivos y dentro de trenes. De esta manera, las labores forenses, teóricamente, fueron mucho más dificultosas que las que han tenido que realizar en Londres.
Estos retrasos de los británicos han provocado incluso un potente malestar entre representantes del Gobierno español, como es el caso de los titulares de Interior, Juan Ignacio Zoido, y de Exteriores, Alfonso Dastis. En ambos casos y con declaraciones públicas criticaron la falta de información que las autoridades británicas mantenían sobre la desaparición de Ignacio Echeverria.
Ambos respetaron los protocolos y la manera en que el Reino Unido afrontaba un nuevo fenómeno terrorista en Londres, pero llegaron a calificar de «inhumana» la situación de la familia del español, que desde el sábado hasta el miércoles no tuvo información sobre su hijo desaparecido. Ni siquiera por la vía del detective privado que el HSBC –donde trabajaba el fallecido– contrató para llevar a cabo las gestiones en la localización del desaparecido se logró acelerar el protocolo británico sobre identificaciones de víctimas.