EL PAÍS, 2/1/12
A la izquierda abertzale no le gustó lo que considera una «lectura sesgada, parcial e interesada» y arremetió contra la negación de su teoría de la confrontación entre dos violencias que supone «el relato» de López sobre las últimas décadas». Subsisten aún, afirmó en un comunicado, «graves vulneraciones de derechos» como «la criminal política penitenciaria», la «persecución policial y judicial» o la ilegalización de Batasuna. La aportación del leyendario y de la política practicada por su partido a la nueva situación, ha sido «nula», sostuvo.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, formación que quiere que López adelante las elecciones vascas, achacó al mensaje falta de «humildad y modestia», y de «liderazgo» al mismo tiempo, y lo tachó de «certificado de una legislatura agotada».
El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, lo alabó como «pegado a la realidad» y «pisando tierra» y reivindicó que ha sido con el Gobierno de López, que «empezó su andadura bajo un amenaza directa y explícita de ETA», con el que «se ha conseguido la paz».
Por su parte, el presidente del PP, Antonio Basagoiti, dio el paso a la mayor parte de las afirmaciones del lehendakari, pero le recordó que ETA sigue existiendo y le pidió que no se instale «en la autocomplacencia» respecto de su final. También UPyD le reprochó que dé por «derrotada» a la banda, cuando su proyecto «sigue vivo» y coincidió con Aralar en acusar a López de adoptar un papel de «observador». IU-Los verdes tachó el mensaje de «carta a los Reyes Magos» y EA concluyó que el lehendakarive «amortizada» la legislatura.
EL PAÍS, 2/1/12