EL MUNDO 20/10/13
· Sólo el temor a juicios por enaltecimiento impediría celebrar la salida de 137 presos
Desde hace una semana, la izquierda abertzale, contiene su alegría por una eventual anulación de la doctrina Parot. Las noticias que recogen los temores del Gobierno porque el Tribunal de Estrasburgo, tras varias reuniones y varias divisiones internas, pudiera reafirmar su sentencia a favor de la etarra Inés del Río Prada, mantiene en estado de euforia a los partidarios de Bildu y Sortu, aunque hagan esfuerzos por no exteriorizarla.
Hacen esfuerzos por dos motivos fundamentales: por la posibilidad de que el Tribunal acabe decidiendo que la aplicación de la ley por parte del Estado es un caos, pero que no puede otorgar la libertad a la etarra –hay un famoso precedente con Turquía bautizado como caso kafkaris y mencionado por la Abogacía del Estado ante los jueces europeos–; y por temor a que la fiscalía actúe, no por sus demostraciones de satisfacción verbal –que las harán–, sino tras los actos de homenaje a los terroristas que alcancen la libertad.
De hecho, sólo esa necesidad de cautela puede impedir –si es que logra impedirlo– que la salida de 137 etarras que pudieran verse beneficiados por la anulación de la doctrina en los próximos tres años –61 de manera prácticamente inmediata– se convierta en una sucesión de fiestas.
Los abertzales recuerdan la experiencia habida con el asesino Ignacio De Juana Chaos a su salida de prisión y no quieren que los presos que puedan ir saliendo vuelvan a tener un problema con la Justicia, en este caso, por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
De Juana, protagonista de la última tregua de ETA, fue condenado a casi 3.000 años de prisión por su participación en 25 asesinatos. Cumplió poco más de 18 años. Cuando estaba a punto de salir de prisión, en 2006, fue procesado porescribir dos artículos de opinión en Gara en los que señalaba a jueces y políticos como objetivos de ETA. Su huelga de hambre, en pleno proceso de negociación entre la banda y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, posibilitó su salida. No asistió a los actos de homenaje que prepararon los abertzales en su honor en San Sebastián, pero los organizadores leyeron una carta, presuntamente escrita por él, que provocó una investigación por parte de la Audiencia Nacional por un presunto delito de enaltecimiento. Huyó y pesa sobre él una orden de busca y captura internacional.
También el procedimiento contra los dirigentes de Herrira habría tenido su influencia en la intención de la izquierda abertzale de mostrarse contenida en algunos aspectos.
En principio, la sentencia que se conocerá el lunes, si no introduce otros matices, afectará al caso de Inés del Río. Esta veterana etarra formó parte, precisamente junto a De Juana Chaos, del comando Madrid, uno de los más sanguinarios de la historia. Se le aplicó la doctrina Parot y su salida de prisión se vio retrasada por el nuevo modo de contabilizar los beneficios sobre la condena.
Del Río recurrió y en julio de 2012, Estrasburgo consideró que, con la aplicación de la Parot, se habían vulnerado dos artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanso, el 7 (derecho a no ser castigado con una pena mayor que la vigente cuando se cometió el delito) y el 5 (libertad y seguridad). Los jueces ordenaron su puesta en libertad, pero el Gobierno apeló a la Gran Sala alegando que no podía recibir el mismo castigo el terrorista que hubiera matado a una persona que el que hubiera asesinado a 30.
Si el lunes la Gran Sala confirma su primera sentencia, 61 terroristas saldrán de la cárcel de forma prácticamente inmediata –sólo tendrán que recurrir su situación ante los jueces de la Audiencia Nacional– y otros 76 a medida que vayan cumpliendo la condena, según lo establecido por el Código Penal de 1973. Son terroristas como Domingo Troitiño, Inmaculada Noble, Kubati, Ignacio Erro o Ignacio Aracama Mendía, verdaderos asesinos en serie. Esa decisión dejaría en libertad prematura también a siete miembros del GRAPO, a uno de los GAL, a Miquel Ricard, uno de los asesinos de Alcasser, y a varios violadores con historiales muy duros y de probada reincidencia: Felix Vidal, violador del Estrecho; Pablo García, violador del portal, y Pedro Gallego, violador del ascensor.
De producirse esta situación, la izquierda abertzale vería cómo se desbloquea al menos parcialmente el problema con sus presos, dado que los terroristas afectados suman un tercio de los que actualmente se encuentran en prisión. El llamado frente de makos le ha venido creando tensiones a la izquierda abertzale en su intención de centrarse sólo en la política y controlar todo el ámbito etarra. Bildu y Sortu los han utilizado para cohesionar a su base social victimizándolos frente al Gobierno, pero han tenido que soportar reproches porque, tras el cese definitivo, pensaron que iban a salir inmediatamente de forma escalonada y sus expectativas se vieron defraudadas.
Obviamente, a los abertzales les conviene argumentar –así lo hacen– que una decisión de Estrasburgo favorable a su causa contribuirá a acallar al sector duro de ETA, que sostiene que por muchos pasos que den, ni Europa ni el Estado se muestran receptivos. Y les impulsará a dar pasos a los que se han negado hasta ahora para salir progresivamente. Sin embargo, los expertos en la lucha antiterrorista aseguran que la presión mantenida en la cárceles es fundamental para que ETA se vea interpelada y se disuelva. Mantener esa presión, entre otras muchas cosas, sería fundamental, dicen, para la escenificación de una derrota.
Los abertzales más moderados también reconocen que, en realidad, el regreso de un etarra después de cumplir con la ley está muy lejos del el viejo sueño de los miembros de ETA de salir juntos, amnistiados y después de derrotar al Estado. Y añaden que una reacción expansiva por su parte sería una apología contraproducente del pasado.
Pero a nadie se le oculta que la aspiración de cada preso es regresar a su tierra como un héroe y hacerlo de ese modo legitima su pasado, ayuda a construir su version de la historia y respalda sus motivaciones. Por eso no aseguran que se puedan reprimir.
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de A. Escrivá.
Algunos historiales a la espera de Estrasburgo
> INÉS DEL RÍO PRADA . Está condenada a más de 3.000 años de cárcel por el asesinato de 23 personas. En el atentado de la plaza de la República Dominicana fueron asesinados 12 guardias civiles.
> IGNACIO ERRO ZUAZU . Formó parte de los comandos ‘Nafarroa’ y ‘Donosti’ de ETA, durante los años 80. Está condenado como autor de ocho asesinatos. Intentó asesinar a 22. Su condena es de 948 años.
> MIQUEL RICART . Autor de uno de los crímenes que más estremeció a la sociedad española por su sadismo. Asesinó en Alcasser a las jóvenes Miriam, Toñi y Desiré. Fue condenado a 170 años.
> ’KUBATI’ . Está condenado a 1.076 años de prisión por ser el jefe del ‘comando ‘Gohierri Costa’. 13 asesinatos, también el de ‘Yoyes’, y 16 frustrados. Forma parte del grupo de portavoces de presos de ETA.
> DOMINGO TROITIÑO . Condenado a más de 900 años de prisión por el atentado de Hipercor en Barcelona con 21 muertos. Hubiese salido en 2006 sin la ‘Parot’. Con su aplicación saldrá en 2017.
> ’VIOLADOR DEL ASCENSOR’ . Pedro Gallego, 18 violaciones y dos asesinatos. Su historial está acompañado por el de Pablo García, violador de 76 mujeres o el de Felix Vidal, violador de otras cinco.