HERMANN TERTSCH, ABC – 10/02/15
· El dinero llega de la caja de un régimen ladrón que roba a su maltratada población.
Habrá muchos españoles que atribuyen a mero cinismo la forma en que el nuevo partido Podemos desprecia las acusaciones como también las pruebas irrefutables de las irregularidades fiscales y los juegos de mareos pecuniarios de uno de los líderes, Juan Carlos Monedero. Todos sabemos hoy que este verborreico ideólogo de Podemos, implacable comisario en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, según nos contaba ABC, se ha traído un trasiego intenso con dineros procedentes del otro lado del charco, de origen de momento muy oscuro y en todo caso tenebroso.
Un dinero de Venezuela y de los demás países rehenes del proyecto del Socialismo XXI que Hugo Chávez orquestó y financió con Cuba como cerebro, siempre es dinero sucio. Aunque quizás éste no llegue directamente del narcotráfico de las FARC empapado en sangre de inocentes colombianos, en el que los terroristas aportan la cocaína y los regímenes bolivarianos ponen las bases y los aviones para colarle la droga en la panza florida al enemigo imperialista. Pero el dinero llega en todo caso de la caja de un régimen ladrón que roba a su maltratada población. Para pagar entre otras cosas las asesorías para represión, tortura, desinformación y agitación, infiltración, espionaje, terrorismo, guerra sicológica y propaganda exterior.
A eso se dedican muchos de las decenas de miles de cubanos, militares, policías y civiles. Hoy forman una tropa invasora y privilegiada en Venezuela que controla a un régimen ya «quisling», títere de La Habana. A algunas de esas tareas también se han dedicado algunos de las decenas de comunistas españoles. No solo al proceso constituyente como pretenden. Muchos han sido por tanto, durante años, agentes bien retribuidos del régimen chavista. Y quizás lo sigan siendo, según no pocos observadores familiarizados con los avatares de ese eje La Habana-Caracas. Ese eje logró en los años de bonanza del precio del petróleo conquistar gran parte del subcontinente. Y aparece en grandes operaciones en aquellas tierras y muy lejos de ellas.
Es sabido que Iran y sus sicarios libaneses de Hizbollah desembarcaron en Latinoamérica por Venezuela. Ahora volvemos a oír del eje Caracas-Teherán –¡qué casualidad, los dos socios de la Tuerka, la tele de Pablo Iglesias!– por su implicación en la operación de encubrir el crimen iraní de la voladura de la Mutua judía AMIA, con 83 muertos, cuyo último capítulo es el suicidio/asesinato del fiscal federal argentino Alberto Nisman en Buenos Aires. Es absurdo pedirle a Podemos que respete la lógica y coherencia y que la misma vara de medir que tenía para los demás políticos la aplique ahora a su comisario Monedero o a su submarino Tania Sánchez. Son comunistas que están en su momento histórico decisivo y todo se subordina a la toma de poder.
Para cumplir la misión como amor de la historia. Ven la posibilidad, hace poco inconcebible, de romper este sistema desde dentro. Las incertidumbres europeas son muchas, hay amenazas de fuera y dentro y aumenta el desprestigio de la democracia liberal y sus gobernantes, unos corruptos, otros políticamente correctos hasta la impotencia, otros ambas cosas. Igual que los demócratas vimos emocionados el hundimiento del poder soviético y el triunfo de la libertad en Europa en 1989, los neobolcheviques creen que existe ahora una constelación de factores favorable para derribar este sistema capitalista y sustituirlo por otro.
Aunque todo sea un brutal juego de poder, los comunistas pretenden que su proyecto tiene esa superioridad histórica que hace que sus robos, su violencia y finalmente sus crímenes, sean moralmente distintos, mejores y aceptables. La legalidad de un desvío de dinero, robo o evasión tiene nula importancia cuando se busca y anhela volar muy pronto la legalidad misma.
HERMANN TERTSCH, ABC – 10/02/15