El lenguaje nuevo de Etxeberria e Iruin es un refrito de frases hechas y sobadas en la Batasuna clásica: «Reiteramos nuestra apuesta inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas para la solución del conflicto…». Lo firmaron los parlamentarios de Euskal Herritarrok en el Pacto de legislatura con el PNV en 1999.
El abogado de Batasuna y el vicario en la Mesa Nacional de la ‘referencia obligada’ (© Arnaldo Otegi) presentaron en sociedad el nuevo ma non troppo partido de la Izquierda Abertzale. Fue un acto portentoso, en el que dos portavoces muy cualificados del brazo político de ETA anunciaron que eso ya no era más así y que a partir de ahora todo va a ser diferente. Dijo el lunes Rufino Etxeberria:
«En definitiva, el compromiso del partido político con las vías exclusivamente políticas y democráticas es firme e inequívoco».
Abundó en ello Iñigo Iruin, al dejar constancia de:
«nuestra apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas y así quedará reflejado en los estatutos de la nueva formación.»
Un copypaste. El lenguaje nuevo es un refrito de frases hechas y sobadas hasta la saciedad en la Batasuna clásica. Lean este párrafo:
«Reiteramos nuestra apuesta inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas para la solución del conflicto de naturaleza política existente en Euskal Herria. De acuerdo con el presente marco de principios políticos y conscientes de que durante el desarrollo del proceso abierto pueden producirse dificultades, asumimos la obligación de afrontarlas, comprometiéndonos a que todas las energías, iniciativas y respuestas sean canalizadas a través de procedimientos estrictamente democráticos, y a hacer que desaparezcan definitivamente todo tipo de acciones y reacciones vulneradoras de los derechos individuales y colectivos».
Fue firmado por los catorce parlamentarios de Euskal Herritarrok en el Pacto de legislatura que suscribieron con el PNV en apoyo de Ibarretxe el 19 de mayo de 1999. El más notable de los firmantes era el parlamentario Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, también llamado ‘Ternera’, o quizá Ternura. Como antes había pasado con Pipe San Epifanio y Mikel Zubimendi, como después pasó con Jon Salaberria y Ainhoa Azaeta, dos y firmantas que, en menos de horas 24 pasaron de las musas al teatro; los parlamentarios abertzales se dieron a la fuga para ejercer full time como dirigentes de ETA.
Iñigo Iruin también era firmante de aquel compromiso «por vías inequívocamente políticas y democráticas». Es verdad que el lunes dijo algunas cosas más, pero hagan el esfuerzo intelectual que propone hoy José Mª Ruiz Soroa. Imaginen que cuela y que quince días después de las elecciones, uno de los alcaldes de Sortu, o Rufi, o Iruin, dicen: «Nunca hemos rechazado o condenado a ETA». Vayan ustedes a los discursos que estos dos últimos pronunciaron el lunes y comprobarán que no hay contradicción. Imagínense que dicen:
«Nosotros nunca hemos condenado la historia de ETA, nosotros siempre hemos considerado que estuvo justificada en su momento, que fue una lucha dignísima por la libertad del pueblo y por la democracia».
Pues también podrían hacerlo sin contradecirse. ¿Que nunca habían enunciado antes ese monumento a la ambigüedad de Rufi de que rechazarán «la violencia, incluso la de ETA, si la hubiera». Más claro había sido Arnaldo Otegi hace ya dos treguas:
«Si ETA tuviera la intención de usar la violencia para imponer un modelo político y social, seríamos los primeros en denunciarlo».
ETA tuvo la intención y cayó en ella y rompió la tregua asesinando al teniente coronel Blanco en enero de 2000 y a Fernando Buesa en febrero. Buesa se sentaba en el Parlamento vasco a pocos metros de la pareja de la foto. Arnaldo no fue el primero, ni el segundo en denunciarlo. No lo ha hecho hasta el día de la fecha. Tampoco lo hicieron el lunes Iruin ni Etxeberria.
Corolario a cargo de Jesús ‘Ojo de Lince’ Eguiguren: Ha estallado la paz.
Santiago González en su blog, 9/2/2011