EL MUNDO – 15/07/14
· Recuerdan que el Estado podría llegar a decretar la suspensión de la autonomía.
· El Consejo Asesor transmite al ‘president’ que «los costes» de un cambio de moneda serían «muy difícilmente asumibles»
El Consejo Asesor para la Transición Nacional ha advertido de que una proclamación unilateral de independencia de Cataluña, como respuesta ante un posible «bloqueo político», no conduciría a nada. El Estado podría suspender la autonomía ante el incumplimiento y la vulneración del marco competencial.
Los asesores del president, Artur Mas, han presentado al Ejecutivo autonómico cuatro nuevos informes sobre la realidad catalana después de una supuesta independencia, en ámbitos tan diversos como la política monetaria, el suministro de agua y energía, la distribución de activos y pasivos entre España y Cataluña y los pasos del proceso constituyente. En este último se advierte de que el Estado dispone de instrumentos jurídicos para impugnar ante el Tribunal Constitucional las actuaciones de la Generalitat que sobrepasen el marco competencial vigente. Hasta el punto de poder llegar a la suspensión de la autonomía.
De ahí que el grupo de expertos asesores del presidente catalán recomiende a la Generalitat que «no se cierre la voluntad de negociación con el Estado» y que se intente reconducir la situación hacia un pacto con el Gobierno central, en relación a un «protocolo de actuaciones» que defina los pasos que deben seguirse hasta la proclamación de la eventual independencia de Cataluña.
De no llegar a la proclamación de forma pactada o con un cierto compromiso entre Cataluña y España, los expertos alertan de que tomar decisiones radicales sería arriesgado, porque no daría tiempo a diseñar y establecer las estructuras de Estado básicas e indispensables para ejercer de manera efectiva el gobierno del territorio.
El informe también pone el énfasis en la necesidad de establecer un protocolo y desarrollar «con la máxima seguridad jurídica y el mínimo de incertidumbres» las estructuras del nuevo Estado catalán. El Gobierno debería ofrecer flexibilidad competencial para el desarrollo del marco legislativo, base de la futura constitución de Cataluña.
En el marco de una buena colaboración, los asesores apuntan a que incluso podría aplicarse inicialmente el ordenamiento jurídico español, aunque «con un papel importante de la mediación internacional y de la Unión Europea, como de la movilización ciudadana».
A pesar de ello, el Consejo Asesor propone que, si finalmente no hay consulta y el independentismo ganara unas hipotéticas elecciones planteadas como un plebiscito, se opte por «una declaración solemne del Parlament a favor de la creación de un Estado independiente».
El presidente del Consejo Asesor, Carles Viver Pi-Sunyer, defendió que, en este caso, podría abrirse un proceso en el que la Cámara aprobase una «constitución provisional» que regulase el proceso desde la proclamación de la independencia a la aprobación de una carta magna catalana. Este texto debería regular, entre otros muchos aspectos, la nacionalidad. En este sentido, los asesores del president remiten a los principios y criterios que contiene la Convención Europea sobre la nacionalidad de 1997, aunque no esté ratificada por la mayor parte de los Estados europeos.
El informe sobre el proceso constituyente, el décimo hasta ahora elaborado por el Consejo Asesor, prevé que la nacionalidad catalana puedan asumirla los españoles residentes en el territorio y aquéllos que vivan en el resto de España pero tengan una «vinculación real con Cataluña». Se trataría de los españoles que hayan nacido o tenido residencia en Cataluña, que sean de padre o madre catalana, o los que, viviendo en el extranjero, hayan residido en territorio catalán. También abre la puerta a la doble nacionalidad, apostando por que la adopción de la identidad catalana no implique la renuncia de ninguna otra.
Sobre el régimen lingüístico de una Cataluña independiente, los expertos aconsejan otorgar al catalán el reconocimiento en todos los ámbitos como lengua oficial y mantener la continuidad de los usos del castellano.
Afirman que Cataluña sería inviable fuera del euro
La viabilidad económica del Estado catalán es otro de los aspectos sobre los que el Ejecutivo de Artur Mas puede tener recelos. En sus trabajos, el Consejo Asesor para la Transición Nacional ha abordado diversas áreas económico-financieras. Ayer fue el turno de la política monetaria y de la distribución de activos y pasivos entre España y Cataluña.
En el primer caso, desde la premisa de la «voluntad fuertemente europeísta de Cataluña», los expertos parten del supuesto de que el nuevo Estado quede –aunque sea sólo temporalmente– fuera de la UE. En este escenario, recomiendan el establecimiento de acuerdos monetarios y financieros para, por un lado, mantener el euro como divisa catalana de uso común, y por otro, tener acceso a la liquidez del Banco Central Europeo. El presidente del Consejo, Carles Viver Pi-Sunyer, se refirió en este sentido a la situación que ostentan otros Estados no comunitarios –como Andorra o Mónaco– y destacó especialmente la importancia de mantenerse en el euro, ya que «los costes del cambio de moneda» serían «muy difícilmente asumibles» para la Cataluña independiente.
No obstante, el informe admite que la situación puede ser enormemente complicada porque, a pesar de tener acceso al dinero, éste puede llegar en cantidades irrisorias para lo que pueden llegar a ser las necesidades de la economía catalana. El informe confía a la buena voluntad de la UE la resolución de los inconvenientes. «Estamos en un terreno incierto, de situaciones posibles», y sería razonable pensar «que la UE acabe actuando para evitar un escenario de tipo catastrofista», argumentan, para explicar esta disponibilidad de las autoridades comunitarias a «los perjuicios que afectarían a ciudadanos y empresas que son ya plenamente miembros de la UE».
La supervisión del abanico económico-financiero vendría de la mano de la constitución de nuevas estructuras: el Banco de Cataluña y la Autoridad Catalana de Inversiones y Mercados.
En otro ámbito, el Consejo Asesor ha entrado a valorar cómo hacer la transmisión de bienes y deudas, pero sin ninguna cuantificación. El Estado catalán sólo tendría que asumir la deuda de la propia Generalitat y organismos públicos locales o autonómicos. Respecto a la deuda estatal, determina que la negociación fijaría qué corresponde a Cataluña en base a su población o a su PIB.
En el cuarto informe presentado ayer se descarta que una hipotética Cataluña independiente sufra escasez de agua y restricciones energéticas. Pi-Sunyer sostuvo que, más allá del riesgo intrínseco que conlleva estar en una zona mediterránea donde llueve poco, el informe no contempla dificultades especiales de abastecimiento de agua para los catalanes: «Debería producirse una sequía mucho más severa y prolongada que la de 2008 para que hubiera problemas de abastecimiento de agua». Sobre el aspecto energético, no sería energéticamente autosuficiente, aunque Pi-Sunyer restó importancia a esta cuestión: «Ningún país lo es».
EL MUNDO – 15/07/14