EL MUNDO – 24/09/16
· Los críticos reaccionan oponiéndose al Gobierno alternativo y al adelanto del congreso que pretende el líder del PSOE Quieren evitar que plantee ambas iniciativas en el Comité Federal.
El bando crítico levanta la cabeza. Ha bastado el anuncio, ni confirmado ni desmentido oficialmente, de que Pedro Sánchez lanzará un órdago en el Comité Federal –o manos libres para intentar un Gobierno alternativo o primarias inmediatas para consolidar el liderazgo interno– para que barones e históricos cierren filas dispuestos a torpedear la jugada. No quieren una batalla cruenta el 1 de octubre; pretenden frenarla antes a cara de perro. Ayer dispararon las salvas de advertencia.
Los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, lanzaron el primer aviso: no a un congreso del partido con primarias urgentes en octubre y no tajante a un Gobierno pactado con Podemos y apoyado en los independentistas.
Tras Page y Lambán también sonó la voz, mensajero mediante, de la baronesa andaluza, Susana Díaz. Antonio Pradas, su punta de lanza en la Ejecutiva, se apresuró a no dar «credibilidad» a la posibilidad de que se intente convocar un congreso del partido antes de desatar el nudo gordiano de la gobernabilidad de España.
Las cartas empiezan a ponerse sobre la mesa para que nadie se llame a engaño en la cita del Comité Federal del 1 de octubre.
En las filas críticas con el secretario general se velan armas a la espera de los resultados electorales en Galicia y en el País Vasco y, sobre todo, de los movimientos que esos resultados provoquen en Ferraz y de las propuestas formales que la dirección lleve al cónclave del 1 de octubre.
Por el momento, los barones –a excepción de la presidenta balear, Francina Armengol, y dirigentes regionales como la candidata vasca Idoia Mendia; el secretario castellano-leonés, Luis Tudanca, o el primer secretario del PSC, Miquel Iceta– ya advierten de que no serán aceptables ninguna de las dos propuestas que se han sugerido.
Respecto a la hipótesis de que Sánchez plantee en el Comité, el máximo órgano del partido entre congresos, la idea de intentar liderar un Gobierno alternativo pactando con Podemos y contando con el respaldo, activo o pasivo, de los partidos independentistas, la posición es rotunda: depender de quienes apuestan por la secesión sería «inaceptable». «La estabilidad del país», recalcó ayer García-Page, «no puede pasar por quien quiere romperla».
En cuanto al plan de llamar urgentemente a primarias –el 23 de octubre– para consolidar un liderazgo que Sánchez pretende retener cortocircuitando cualquier aspiración de Susana Díaz, el planteamiento también es nítido: abrir el melón del liderazgo interno cuando el país entero está pendiente de la formación de un Gobierno sería una «irresponsabilidad».
Respecto a esta hipótesis, García-Page recordó ayer, en una rueda de prensa con su homólogo aragonés, que el propio Sánchez hace apenas unas semanas defendió que sería «un atropello, absurdo e incomprensible, poner el sillón de Ferraz por delante de los intereses de los españoles». Este razonamiento casa con la decisión que en su día tomó el Comité Federal de aplazar el congreso del partido hasta después de la formación de Gobierno. Cambiar ahora de idea no entra en los planes de la baronía.
Para el presidente castellano-manchego, sería impensable que Sánchez planteara ahora ese desafío. Sería, dijo, como «estar en medio de una operación y que el cirujano se vaya de boda». Para él, lo primero es «arreglar España y luego ya vendrán los debates internos». Javier Lambán también aseguró estar «convencido» de que a Sánchez «no se le va a pasar por la cabeza convocar un congreso antes de que se resuelva la gobernanza del país».
Las voces críticas han expuesto así sus advertencias confiando en que, de aquí al 1 de octubre, los planes que se han sugerido desde Ferraz se desactiven y no provoquen un grave estallido de imprevisibles consecuencias.
En cualquier caso, la disidencia está preparando la artillería. Es imposible anticipar si sería suficiente para tumbar por las bravas los hipotéticos planes del secretario general porque, aunque se asegura que Sánchez se apoya ahora sobre los territorios en los que el PSOE se ha convertido en «residual» –Cataluña y País Vasco, esencialmente–, no es menos cierto que el discurso del «no es no» frente a Rajoy cueste lo que cueste resulta difícil de contrarrestar ante la militancia.
Desde Andalucía, la federación socialista más potente, se asegura que en esta ocasión la presidenta Susana Díaz daría por fin el paso adelante para tomar las riendas, aun cuando el calendario juega claramente en su contra y ella huye de las primarias.
Más aún, desde el bando crítico se anticipa ya la idea de empezar a aglutinar fuerzas en el seno del Comité Federal para promover si es necesario una nueva convocatoria del mismo en la que, llegado el caso, se plantearía una moción de censura contra Pedro Sánchez y su dirección. De producirse este golpe de mano, Díaz tendría el camino de Ferraz expedito.
EL MUNDO – 24/09/16